Señor Director:
Un 25 de diciembre de diferentes años, falleció Pedro de Valdivia (1553), nació Isaac Newton (1642), fue depuesto Nicolae Ceausescu -Rumania- (1989), y dimitió Mijaíl Gorbachov -ex URSS- (1991); la lista de efemérides es amplia. No obstante, ninguno de esos eventos evoca mayor remembranza significativa que la Navidad.
Es tan solemne el sentimiento que evoca, que un 25 de diciembre de 1914 en plena Primera Guerra Mundial (frente occidental) la gran guerra se detuvo por un día entero. Tropas alemanas con británicas se saludaron en medio del conflicto y entonaron juntos un villancico: Noche de Paz; si no uno, el himno más conocido en todo el mundo.
¿Pero cuál es el origen de esta festividad? Estudios serios han develado que no es sino el resultado del esfuerzo de los primeros cristianos del siglo II de averiguar el día del natalicio de Cristo. ¿Por qué 25 de diciembre? La razón está en que dichos cristianos basaron sus cálculos en la denominada “fecha integral”, antigua costumbre judía que afirmaba que los profetas morían el mismo día en que nacían (para ellos -fecha de la concepción-); y habiéndose impuesto en la época la fecha del 25 de marzo del año 29 D.C, como la fecha de la muerte de Cristo, consecuencialmente sería la misma la de su concepción, dando como resultado entonces que el nacimiento sería: 9 meses después: o sea, un 25 de diciembre.
Posteriormente el emperador Aureliano dedicó un templo ese día al “Sol Invictus” el año 274 d.c (dios que tenía como día el solsticio de verano, 3 días antes). Y setenta años después el Papa Julio I estableció el día como fecha oficial de la iglesia, Natividad de Cristo (335 d.c). Pero no obstante ello, no fueron los cristianos en general quienes asumieron una fecha o fiesta ajena, sino al revés; el 25 de diciembre era conmemorativo del nacimiento de Cristo ya mucho antes que cualquiera de estos sucesos mencionados, y así lo confirman relatos como los de Orígenes (185 d.c) o Sexto Julio Africano (221 d.c), historiadores del siglo II, que develan que la fecha era celebrada ya 100 años antes que la instauración romana.
Con los años han aparecido figuras que han caracterizado más la fecha, Papá Noel, el arbolito, los regalos y la música navideña. Pero recordar la navidad rememora un evento mayor, aunque no exacto, sí significativo, el nacimiento de Jesús para el mundo cristiano. Y al ser ese el trasfondo de la festividad, no podría devenir en otro efecto que día de gozo y paz.
Daniel Canteros Rivas
