La Asamblea General de la ONU aprobó el jueves por consenso una resolución que pide “cooperación internacional” y “multilateralismo” para combatir la COVID-19, el primer texto de Naciones Unidas desde el estallido de la pandemia.
El documento, al que Rusia intentó oponerse sin éxito con un proyecto propio apoyado por otros cuatro países, también subraya “la necesidad de respetar plenamente los derechos humanos” y denuncia “todas las formas de discriminación, racismo y xenofobia en la respuesta a la pandemia”.
La resolución adoptada por la Asamblea General fue impulsada por Suiza, Indonesia, Singapur, Noruega, Liechtenstein y Ghana y recibió el respaldo de 188 de los 193 miembros de Naciones Unidas, según diplomáticos.
Los cinco países que no adhirieron a este compromiso son Rusia, República Centroafricana, Cuba, Nicaragua y Venezuela, que respaldaban el proyecto de “declaración” de Moscú que también se hablaba de cooperación, pero que incluía una solicitud implícita de un levantamiento general de las sanciones internacionales.
Golpeada por las sanciones debido a su conflicto con Ucrania, Rusia considera que son un freno para la lucha contra la pandemia.
Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido y Ucrania, entre otros, intervinieron el jueves para bloquear la adopción de esa “declaración”, según los diplomáticos.
A diferencia del Consejo de Seguridad de la ONU, las resoluciones aprobadas por la Asamblea General no son vinculantes, pero tienen un alto valor político dependiendo del número de países que las aprueben durante una votación o que las respalden durante adopción por consenso.
El Consejo aún no ha acordado la adopción de un texto sobre la pandemia pese a varios intentos, ya que continúan los vetos y bloqueos, enfrentando a Estado Unidos con China en particular sobre el origen del virus, que Washington quiere resaltar.
Miembros permanentes del Consejo -con poder de veto- como China y Rusia también son reacios a ver como este órgano, responsable de la paz y la seguridad mundiales, aborda un expediente hasta ahora esencialmente sanitario y económico.