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La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado una emergencia sanitaria internacional debido al preocupante brote de mpox, también conocido como viruela del mono. Esta decisión se tomó tras una reunión del Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional (RSI), que presentó sus preocupaciones al director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, sobre la expansión del virus en África.
El comité subrayó la alarma generada por una nueva cepa del virus, que se ha mostrado significativamente más letal que las anteriores y ha resultado en la rápida propagación de casos en al menos 13 países africanos. Hasta la fecha, se han registrado alrededor de 5.000 casos y cerca de 500 muertes, siendo la República Democrática del Congo uno de los países más gravemente afectados.
En este contexto, los Centros Africanos para el Control y Prevención de Enfermedades (Africa CDC, por sus siglas en inglés) han señalado que los 38.465 casos oficiales reportados desde el inicio del brote podrían representar solo “la punta del iceberg”. Esto sugiere que la magnitud real de la propagación del virus podría ser mucho mayor de lo que indican las cifras oficiales.
Tras la declaración de alerta mundial, la ministra de Salud de Chile, Ximena Aguilera, fue consultada sobre la situación del país en relación con el virus. Aguilera recordó que Chile fue el primer país en la región en incorporar la vacuna contra la viruela del mono en 2022, año en que se decretó la emergencia sanitaria en el país. “Todavía disponemos de esa vacuna y seguimos aplicándola como medida de precaución”, afirmó la ministra, destacando el compromiso de Chile en la prevención y control de la enfermedad.
El brote de mpox y la aparición de una cepa más agresiva han encendido las alarmas a nivel mundial, con la OMS liderando los esfuerzos para contener su propagación y mitigar su impacto, especialmente en las regiones más vulnerables de África.