Señor Director:
Tenemos una disociación entre ser observadores de lo que está pasando y lo que hacemos para proteger las fuentes de agua y nuestro medio ambiente natural. Además de exigir al Estado medidas de largo plazo que aseguren la disponibilidad de agua para consumo humano, y regulen la extracción y uso de esta por parte de los grandes consumidores, debemos hacernos cargo y cambiar muchas de las costumbres, que, de manera directa e indirecta, consumen agua innecesariamente, disminuyendo la disponibilidad para todos y todas. Deberíamos preguntarnos qué estamos haciendo mal y cómo podríamos colaborar de manera individual y colectiva, adaptándonos a este nuevo escenario de escasez hídrica.
El consumo de todos los bienes y servicios que adquirimos tienen una huella hídrica, que es la cantidad de agua utilizada para producirlos ¿sabemos cuánta agua se utiliza para elaborar ropa, alimentos o la tecnología que compramos? Nuestras acciones cotidianas consumen agua, que son litros y litros que probablemente podríamos disminuir, tomando conciencia y siendo responsables, solidarios y empáticos, con la humanidad y también la naturaleza, que igual que nosotros necesita de este vital recurso para vivir.
¿Qué le estamos dejando a las nuevas generaciones? Decimos que se está secando nuestro país, pero no tomamos medidas más concretas para disminuir el daño que estamos haciendo. Cómo podremos sostener la mirada de nuestros hijos cuando nos pregunten ¿y ustedes qué hicieron para que no ocurriera? Confiamos que este gobierno será (deberá) ser diligente ante este fenómeno socio natural.
Por eso, la invitación es a reflexionar y actuar. Al igual que las 3Rs incentivaron y movilizaron al mundo entero a Reducir, Reutilizar y Reciclar los residuos, hoy el desafío es educar ambientalmente en las escuelas, universidades y territorios comunitarios en general. El llamado es practicar las 5Rs del agua:
Reducir, disminuir el consumo indirecto y directo del agua.
Reutilizar, volver a utilizar el agua, extendiendo su uso.
Recuperar, almacenar el agua proveniente de alguna etapa del ciclo hidrológico.
Retener, mejorar el uso del agua disponible en el suelo, controlando la evaporación y percolación.
Reciclar, tratar las aguas grises o negras para darle un nuevo uso.
Tenemos una responsabilidad sobre el uso del agua, y el tiempo de actuar es hoy.
Carolina Silva Lobo
Felipe Kong López
