No hubo acuerdo en noviembre. El nuevo proceso Constituyente parece haberse pausado, en medio de una contigencia en que la seguridad y el alza en el costo de la vida han tomado la delantera.
Los ánimos al interior de las fuerzas políticas, además, también parecen haberse estancado, sobre todo, en la derecha.
Si bien existe consenso en torno a la necesidad de avanzar hacia una nueva Constitución, la piedra de tope sigue siendo la forma en que ésta se redactará.
De a poco, la idea de volver a contar con un órgano democráticamente electo ha ido dando paso a mixturas, e incluso, propuestas que le dan al congreso esta tarea.
Hasta el momento, las ideas que se han puesto sobre la mesa son las siguientes: un órgano de 99 integrantes electos (oficialismo), uno de 50 miembros electos (Chile Vamos), uno de 60 convencionales elegidos (Demócratas), uno de 78 integrantes electos (DC) y una entidad con expertos designados por el Congreso (Amarillos).
El alargue de las negociaciones, además, podría relegar para octubre de 2023 una eventual elección de convencionales, la cual aún se espera, se efectúe en abril.
Respetar los acuerdos
A nivel local, el oficialismo está preocupado.
“Desde Ñuble vemos con preocupación que sectores de derecha que prometieron un nuevo proceso para incentivar la opción Rechazo, se estén bajando y pongan paños fríos a este tema. Vemos que ellos no tienen voluntad ni ganas de modificar la Constitución de 1980, ni dejar atrás el Estado subsidiario que tantas diferencias y daño social ha provocado en la población”, 
sostuvo la presidenta regional del PPD, Yesenia Figueroa.
“Hoy tenemos la negociación del proceso Constitucional estancada. Las fuerzas políticas están negociando frente a diferentes teorías y disputas, si va a ser 100% electo el órgano que redactará el texto, mixto, o si será el parlamento. Aún no hay acuerdo en esa materia, no hay fechas establecidas, y desde el PPD estamos empujando por dar respuestas a este tema, para darle certeza a la ciudadanía de que tendremos un nuevo proceso Constitucional, mientras verificamos bien cuándo y cómo. Esperamos que sea antes de fin de año, y que sea un órgano 100%, que permita que las y los ciudadanos elijan a sus convencionales, acompañados estos de un equipo de expertos, para no cometer los errores del anterior proceso”, agregó.
Desde Convergencia Social, su presidenta regional, Josefa Balmaceda, sostuvo que como partido tienen una expectativa concreta.
“Queremos que quien redacte la nueva Constitución sea un órgano 100% elegido democráticamente, paritario e inclusivo. Estamos trabajando desde el nivel central y local para que esto se concrete durante 2023, porque es necesario sentar las bases de nuevos principios institucionales, para que los cambios que ha pedido la ciudadanía, no queden entrampados por diversos motivos políticos”, afirmó.
Brígida Hormazábal, presidenta regional del Partido Socialista, rcordó que la gran mayoría de los ciudadanos “exige una nueva Constitución, redactada por personas elegidas democráticamente, respetando la paridad de género y la inclusión de los pueblos originarios, asesorada por un grupo de expertos y en el más breve tiempo posible. Debemos evitar que sea parte de las próximas elecciones, y por el bien del país, esperamos que sectores de derecha no sigan dilatando este proceso, que puede terminar en un nuevo estallido social”.
Quenne Aitken, concejala de Chillán del PC, agregó que “teníamos la esperanza que esto fuera lo antes posible, pero vemos una gran dilación, y un no ponerse de acuerdo sobre algo que la ciudadanía ya eligió, es decir, que fuera un órgano 100% elegido. Hoy estamos retrocediendo en las conversaciones y hay que respetar lo ya definido. Si bien la gente no estuvo de acuerdo con el texto de la Convención pasada, eso no significa que no estaba de acuerdo con el proceso, siento que hay que respetar lo votado y realizar un nuevo proceso eleccionario, y prestar todas las asesorías técnicas, no nos oponemos a eso. Y debe ser cuanto antes, para generar los cambios de fondo”
