Señor Director:
Es preocupante ver que los alimentos que durante décadas fueron parte de las comidas en los hogares de nuestro país ahora no están al alcance del bolsillo de todos. Recuerdo con cariño como las cazuelas, un plato de porotos o incluso un pollo arvejado reunía a la familia.
Hoy una pieza de pechuga de pollo puede superar los $6 mil pesos, dependiendo dónde se compre. Ni hablar de otros tipos de carne. Asimismo ocurre con las verduras, cereales, frutas y lácteos.
Chile ya estaba considerado entre los países con peor alimentación, con niveles de obesidad altísimos. Evitemos que la salud de nuestras vecinas y vecinos siga empeorando y cuidémosla a través de una buena nutrición.
Jaime Monjes Farías