El seremi de Energía en Ñuble, Ricardo León, confirmó que hay un alza de las tarifas eléctricas en camino, que debe aplicarse a partir del segundo semestre, y que rondaría entre 15% y 20% más IPC, en promedio, debido a la entrada en vigencia de contratos adjudicados antes de 2017, cuatro veces más caros que los actuales. Sin embargo, confirmó también la próxima semana está previsto ingresar al Congreso un proyecto de ley que permitiría congelar el alza este año y mitigar los aumentos durante toda la duración de dicho contrato, es decir, hasta 2032.
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“El año pasado venía un alza porque entraban contratos que se adjudicaron antes de 2017, pero el incremento se mitigó con un fondo de estabilización de precios, cuyos recursos se acabaron, por lo tanto, el efecto se iba a ver ahora, por eso el Gobierno crea este nuevo fondo de estabilización para mitigar el alza de este contrato, un fondo con una característica distinta a su antecesor, porque permite que se autofinancie y sea sostenible en el tiempo, hasta el término de este contrato caro”, explicó la autoridad.
Contextualizó que “los precios que nosotros tenemos en la electricidad son el resultado de licitaciones y contratos que se hacen a largo plazo, y eso se hace sistemáticamente. Hasta 2017 estos contratos fueron bastante caros, y se demoran cuatro a cinco años en entrar en operación”. A modo de ejemplo, indicó que el último contrato caro estableció un valor de US$100 – US$120 por MWh, en circunstancias que hoy se están adjudicando por 30-50 dólares, inclusive a US$21. “Después de 2017 las energías renovables bajaron mucho los precios y la tendencia a largo plazo es que los precios se mantengan bajos, porque las tecnologías renovables tienen precios mucho más bajos que las convencionales”, dijo.
Estabilización
Respecto al nuevo fondo por US$1.600 millones, el seremi de Energía aseguró que “ese proyecto entra a discusión la próxima semana, pretendemos que se apruebe lo más rápido posible para contener esta alza que se espera pueda afectar a partir del segundo semestre a la población en general”.
Si bien algunos expertos han hablado de un 40% de aumento más IPC, la autoridad precisó que eso es un máximo estimado, y que en el caso de los consumidores de la región de Ñuble el alza promedio rondaría entre 15% y 20% más IPC. “No obstante, la idea es que esa alza se contenga con el fondo de estabilización y sigamos pagando la misma tarifa eléctrica este año, exceptuando los consumos mayores”.
El seremi explicó que el mecanismo que le da sustentabilidad en el tiempo al fondo de estabilización es un componente de subsidio cruzado, en que aquellos clientes residenciales que consumen más energía subsidien a los consumos bajos y los consumos promedio, a través de una mitigación diferenciada del alza de los precios. “Lo que se busca también, con esto, es que en el largo plazo se incentive la eficiencia energética”, añadió.
Con el fondo de estabilización, se pretende congelar el alza durante 2022 a aquellos clientes que consumen hasta 250 kWh (en 2021 el consumo promedio mensual de un hogar fue 192,8 kWh) mientras que aquellos que consumen entre 250 y 500 kWh sufrirán un alza de 10% más IPC; y en los superiores a 500 kWh el incremento será de 15%.
En tanto, para el periodo 2023-2032, los consumos inferiores a 250 kWh experimentarán un alza de 5%; los consumos entre 250 kWh y 500 kWh tendrán un aumento de 15%; y los superiores a 500kWh pagarán el precio de nudo.
“Por lo tanto, este mecanismo de focalización protege principalmente a clientes regulados residenciales y pequeños comercios”, subrayó Ricardo León.
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