Seis meses en marcha blanca tuvo el servicio de la línea 7 hacia Ñuble Alto, una nueva extensión del tramo que, de manera definitiva, comenzó a funcionar este martes. El trabajo se generó tras la pavimentación de un sector de la ruta y a otras mejoras en la zona, beneficiando a 250 familias.
Con esto, el servicio de transporte público abarca distintas zonas aisladas dentro del radio urbano de Chillán y Chillán Viejo.
Eso sí, proyectos de este tipo tienen que estar dentro del perímetro de exclusión. Esta zona, que entró en vigencia en 2022, define los límites del transporte urbano y regula a los microbuses que circulan por la intercomuna.
El perímetro tiene sus fronteras en ciertas zonas de ambas comunas, donde los buses no pueden ejecutar sus servicios, ya que fuera de ella el transporte público rural es el que opera.
Para la extensión a Ñuble Alto, la Seremi de Transportes de Ñuble, mediante un decreto, tuvo que ampliar el perímetro hacia el sector, puesto que no estaba considerada ni demarcada.
“Esta área, bajo un decreto, puede ser modificada, como ocurrió en Ñuble Alto, que originalmente no estaba en el área del perímetro de exclusión. Sin embargo, a través de conversaciones y una resolución, logramos ampliar este sector para que el área se extendiera hacia allá”, subrayó el seremi de Transportes, Javier Isla.
Es por eso que al momento de buscar otras zonas para que llegue la locomoción, se tiene que cumplir con ciertas condiciones. Entre ellos, que se cuente con la infraestructura vial para el retorno de estos buses, por ejemplo.
Desde la Seremi de Transportes indicaron que los trazados siempre “están en constante evaluación” y que “no se puede descartar modificaciones de las rutas con el objetivo de beneficiar a la mayor cantidad de personas posibles”, según el seremi Javier Isla.
“No está dentro de nuestros planes”
Humberto Llanos, presidente del gremio de taxi buses de Chillán y representante de Sotrapa (que cuenta con 6 líneas en Chillán), explicó que el servicio rural y urbano son totalmente distintos y descartan, por el momento, seguir ampliándose a más zonas, al menos, en sus líneas.
“Hay que recordar que nosotros somos transporte urbano, por lo que no está dentro de nuestros planes seguir ampliándonos más allá. El nombre del contrato que tenemos fija un área geográfica. En esta ocasión (Ñuble Alto), se tuvo que ampliar un poquito esa área, pero era un compromiso de hace 3 años que una vez que pavimentaran, la línea iba a llegar hacia allá”, sostiene Llanos.
Explica también que como gremio han descartado otras rutas, debido al perímetro, la presencia de buses rurales y la negativa de la Seremi de Transportes.
“Años atrás, la línea 3 tenía contemplaba llegar hasta Capilla Cox, cosa que también descartamos. Otro caso es la línea 7, después de su paradero en el kilómetro 14 eso se conecta con Pinto. Alguna vez esa línea también tenía pensado llegar hasta esa comuna. Pero esto también se descartó por el tema de que éramos urbano”.
Agrega que esto pasa a ser una situación difícil, “porque la gente queda sin locomoción y los servicios rurales a veces no les interesa, porque si no tiene suficientes pasajeros durante el día, el servicio no se financia”.
¿Y el transporte rural?
Por el momento, no hay nuevos anuncios de extensión de recorridos en la zona urbana, por lo que el enfoque ahora se tiene que dirigir hacia la movilización rural.
El seremi Isla indicó que el transporte rural opera “bajo una lógica privada”, donde el “privado puede inscribir buses para que estos hagan la ruta que determine conveniente”.
Esto “con las condiciones de contar con un terminal que se encuentre dentro de Chillán”. Isla sostiene: “hemos tratado de incentivar a los empresarios a que accedan a nuevas rutas”.
“Un caso de esos fue en el sector de Los Tilos, en Bulnes. En conversaciones con un empresario y en vista de que se había pavimentado recién el camino, él decidió hacer esta ruta en donde no había ningún tipo de transportes”.