La Escuela de Cultura y Difusión Artística de Chillán cumplió esta semana orgullosos 79 años de historia y tradición y la celebración incluyó todo un programa que fue elaborado cien por ciento digital debido a la pandemia. Todas las academias y talleres prepararon material audiovisual que puede ser visitado en todas las redes sociales del establecimiento.
El director del plantel, Juan Pablo Garrido, dijo a La Discusión que “somos casi la única Escuela de Artes de estas características en el país. Creo que estos 79 años nos encuentran en un muy buen pie, aunque la llegada de la pandemia fue examen duro porque debimos cambiar todos los métodos, ¿cómo le enseñas música, pintura, danza a un niño a distancia?”. Nuestra proyección es no solamente darle continuidad a lo que estamos haciendo, que es un servicio a la comunidad, sino que especializarnos, pero tenemos que crecer técnicamente y dar este salto en la calidad técnica de nuestra formación. La Escuela es la cuna y formación de los artistas de nuestra región. Hemos recibido muchos saludos estos días, pero hay uno en especial que me emocionó, es de nuestro ex alumno Ramón Catalán, un pianista de fama mundial que está radicado en Nueva York”, indicó.
Cuando Juan Pablo habla de crecer técnicamente se refiere al proyecto que hoy se encuentra en manos del Ministerio Desarrollo Social a la espera de aprobación. Se trata de una torre de cuatro o cinco pisos que será construida detrás de la actual infraestructura y que contará con más de mil quinientos metros cuadrados.
“Queremos modernizar y elevar la calidad técnica en la formación de nuestros artistas. Necesitamos el edificio porque tenemos la idea de crear el Instituto Superior de Música, pero antes, lograr el Conservatorio de Música. “La idea es dar el gran salto cualitativo y cuantitativo que necesitamos como Escuela de Artes porque hasta hoy funcionamos como talleres. Es un servicio que seguiremos prestando, pero el objetivo es llegar a crear carreras de arte. Ya tenemos el plan para crear el conservatorio de música y estamos elaborando el plan para otras disciplinas”, indicó recordando que actualmente las instalaciones del recinto no permiten tener más matrícula a pesar de la alta demanda que tenía hasta antes de la pandemia.
El primer paso es crear el Conservatorio de Música con planes y programas especiales. Este conservatorio llegará a un nivel y el Instituto Superior de música será la especialización del estudiante. “Un pianista, por ejemplo, egresará formado desde el instituto para salir al mundo a hacer conciertos, a enseñar, etc.”, explica.
Con el tiempo, la idea es ir logrando dar el salto con el resto de las especialidades, “las que se van a ir formando en la medida que tengamos la capacidad y el interés de los profesores por dar este salto. Hablamos de pintura, de teatro, danza, entre otras. Sueño con que Pedro Villagra pueda iniciar una carrera de teatro en Chillán”, puntualiza el director.
Respecto a la misión del Centro Cultural, Juan Pablo es claro. “El Centro Cultural es una gran idea que viene a poner el pilar fundamental del arte que faltaba, porque el arte tiene tres pilares, formación, creación y difusión. Si entendemos que el concepto no es competencia, sino cooperación tendremos los tres pilares fundamentales. La Escuela de Artes, por esencia, tiene como tarea la formación. En este sentido, el Centro Cultural debe dedicarse a la creación de elencos, orquestas, espectáculos, con los artistas que le provea, entre otros, la Escuela de Artes sumado al aporte de otros espacios como los museos. Cierra el círculo virtuoso el Teatro Municipal con la tarea de la difusión”.
Juan Pablo cree en que hay que estructurar un proyecto y modelo de trabajo que finalice con un acuerdo entre los tres estamentos porque la idea, es trabajar conjuntamente.
“Si logramos esto, Chillán estará dando un gran salto en la calidad técnica del arte”, indicó.