Patricio Lagos, es el primer ñublensino en recibir un equipo de comunicación por seguimiento ocular, que otorga la Ley Ricarte Soto.
La tecnología le permitirá volver a conversar con sus seres queridos, expresando lo que hace meses no ha podido, por los efectos progresivos de la esclerosis lateral amiotrófica que sufre.
La ELA es una enfermedad que no tiene cura conocida y cada año se registran 4 o 5 casos nuevos de ella.
En Chile la cobertura que otorga la Ley N° 20.850 (más conocida como Ricarte Soto) se transforma en una ayuda muy valiosa para las personas en etapa moderada o severa, pues ofrece equipamiento para contribuir a hacer más fácil el desempeño de las actividades de la vida diaria.
Se trata de un computador equipado con un dispositivo que permite el control del computador usando los ojos, además de programas especializados.
Lilian Lagos, hermana de Patricio, que vive con él y es su tutora responsable, recuerda que la enfermedad de su hermano cambió radicalmente su estilo de vida, ya que “él era como cualquier joven, trabajaba y salía con sus amigos, pero de pronto comenzó a perder fuerza en los brazos, en la boca y después la movilidad de sus piernas. Ahora intentamos –en la medida de lo posible- hacer nuestra vida normal”.
A través de un comunicado de prensa, la neuróloga neuromuscular tratante de Patricio, Dra. Marta Ruf, indicó que la etapa avanzada en que se encuentra la enfermedad del joven, “dificulta la articulación adecuada del lenguaje, la deglución y la movilidad de sus extremidades, sin embargo permanecen las facultades cognitivas y también los movimientos oculares, por lo que esto es un tremendo beneficio, pues tendrá la libertad para comunicarse de manera más simple”.
Actualmente en Ñuble, hay otras 4 postulaciones a las ayudas técnicas para pacientes con esta enfermedad en fase moderada o avanzada.
Foto: Hospital de Chillán.