En 104 años de historia, el hito más importante que consigna Ñublense en Primera División, data del 2008 cuando lideró la fase regular del torneo, clasificó a la Copa Sudamericana e hizo su estreno en una competencia internacional.
Trece años más tarde, los diablos rojos de Jaime García, podrían marcar otro en su breve derrotero en la máxima categoría.
Este jueves, a las 19 horas, en el estadio Ester Roa Rebolledo de Concepción, disputarán la final de la Supercopa frente al tricampeón del fútbol chileno y actual puntero de la categoría, Universidad Católica.
Una cita con la historia
De vencer a los cruzados, el cuadro de Chillán logrará su primera copa en la división mayor y además, el fin de semana del 4 y 5 de diciembre, disputará, con Palestino, en la última fecha, el último boleto a la Copa Sudamericana, logro que lo devolvería a la escena internacional.
“El plantel está con ganas, optimista y cree en el trabajo. Para todo jugador es importante jugar esta supercopa. Llegamos en buen pie, jugaremos con un gran equipo, uno de los más regulares del torneo. Nos acomoda la cancha, más importa nuestro sistema de juego. Será una final linda para nuestra gente que irá en masa. Veremos muchas almas rojas en Concepción”, reflexiona Jaime García.
“Estoy con deseos y ganas. Quiero que llegue luego el partido. El plantel está optimista y feliz por lo que está viviendo y después mentalizado en buscar en la última fecha la clasificación a la Copa Sudamericana”, sentencia el DT de Cartagena.
“Estamos mentalizados y esperamos hacer una gran final para darle una alegría a nuestra gente que tanto se lo merece”, refuerza el volante argentino, Federico Mateos.
“Es un partido especial, todos nuestros compañeros sabemos que puede ser una tarde linda, así que vamos a jugar concentrados”, aportó el goleador de Ñublense, Nicolás Guerra.
Ñublense podría repetir la formación que goleó a Unión Española, aunque no se descarta una variante, como el ingreso de Branco Provoste o Fernando Cordero, en desmedro de Walter Martínez.
Después de 13 años, los diablos rojos quieren dejar su huella en Primera.
