A una semana de la elección de alcaldes, concejales y constituyentes, las redes sociales explotan con publicidad de candidatos que, en medio del fragor de la lucha por un voto, deslizan promesas incumplibles u ofrecen tareas para las cuales no están facultados por la naturaleza de sus potenciales cargos.
En el caso de los concejales, son más de un centenar de rostros, algunos conocidos y otros perfectos desconocidos, los que en Chillán van por uno de los 10 cupos que tiene la capital regional, comuna que por primera vez elegirá ese número de representantes (hasta ahora son ocho), debido a que su padrón aumentó a 152.720 electores, y las comunas que superan los 150 mil eligen 10 ediles.
En toda la región se deben llenar 130 cupos, por lo que el despliegue publicitario, en plena pandemia, se tomó las calles y el mundo virtual.
No son pocos los que esperan sentarse en el concejo local y que provienen del mundo del deporte. Uno más, otros menos, tienden a centrar sus campañas en acciones que, curiosamente, no podrán concretar, pero que igualmente proyectan, porque en la recta final la promesa vende, la masa compra y cree que ese candidato, locuaz y que enumera una larga lista de tareas o compromisos, tendrá las mismas facultades del alcalde. ¿Sabe usted cuál es el rol específico de un concejal? ¿Sí, de ese futuro concejal que hoy le vende un discurso como si se tratara de un candidato a alcalde?
Bueno, la pega del concejal, es dictar las ordenanzas municipales y el reglamento que establecen la organización interna del municipio. Aprobar el plan comunal de desarrollo, el presupuesto municipal y los de salud y educación, los programas de inversión, el plan regulador comunal y las políticas de recursos humanos, prestación de servicios municipales y de concesiones, permisos y licitaciones.
Y, esencialmente, fiscalizar la gestión del alcalde, para verificar que los actos municipales se ajusten a las políticas, normas y acuerdos adoptados por el concejo; el cumplimiento de los planes y programas de inversión municipal; y la ejecución del presupuesto. Así que, si nadie de estos candidatos le habla de esto, aunque venga del deporte, mejor no vote por él y dígale que deje de vender humo.
