Ñublense ganó un partido clave para consolidar su ilusión copera e inscribió una inesperada marca en el fútbol chileno.
Los diablos rojos golearon a O’Higgins en Rancagua por 3 goles a 1, trepando, momentáneamente, al sexto lugar de la tabla y metiéndose en zona de clasificación a la Copa Sudamericana 2025.
Pero eso no es todo. La ruta del triunfo la abrió el argentino Gabriel Graciani, quien anotó el segundo gol más rápido de la historia del fútbol chileno, con un certero cabezazo a la entrada del área, tras un pelotazo largo enviado por el portero Nicola Pérez.
La anotación más veloz del balompié criollo la marcó el uruguayo Carlos Aguiar de Huachipato a los 7,3 segundos en el partido ante Universidad de Chile, jugado en el estadio CAP de Talcahuano, el 21 de agosto de 2010.
Graciani se sacó la mufa y desató tempranamente la alegría en las huestes chillanejas en el estadio El Teniente.
Los celestes reaccionaron y llegaron en un par de ocasiones, pero sus definiciones fueron deficiente ante la tercera mejor defensa del torneo, liderada por la gran solvencia que otorga Rafael Caroca y el golero charrúa Nicola Pérez.
La expulsión del volante de corte Camilo Moya en el local, facilitó la faena del equipo de Mario Salas, que a pesar de la salida de Lorenzo Reyes por lesión, en el complemento supo liquidar el partido aprovechando la superioridad numérica.
Contundencia
Con espacios y el dominio del balón, Ñublense supo marcar la diferencia y sellar la victoria. A los 54’, Flavio Moya anotó el 2-0 y su tercer gol personal en el torneo, tras conectar un cabezazo cruzado apareciendo por el segundo palo, tras un centro de Jovany Campusano.
La lápida para el cuadro celeste la puso el goleador del equipo chillanejo, Patricio Rubio, quien llegó a definir con el arco a su merced, un centro de Pedro Sánchez, tras una jugada asociada por la izquierda.
Rubio decretó el 3-0, llegó a su octavo gol personal en lo que va del torneo y anotó el gol 116 de su carrera.
El partido quedó prácticamente definido, aunque Ismael Sosa tuvo la oportunidad del cuarto.
Sobre el final, a los 90’ y solamente para la estadística, el delantero de O’Higgins Leonel Mosevich convirtió el descuento y 1-3 definitivo en El Teniente de Rancagua, tras un manotazo del portero Nicola Pérez que evitó en primera instancia la caída de su arco tras un tiro libre.
La expulsión de Felipe Ogaz en el local, tras un codazo contra Maximiliano Torrealba, solo selló una tarde negra para el “Capo de Provincia”, que no pudo frenar el tranco ganador del “Gigante del Sur”.
A la espera de lo que hagan este domingo, Palestino (40) ante Colo Colo, Coquimbo (38) frente a Cobresal y Everton (38) en su visita a Copiapó, el equipo de Mario Salas está en zona de clasificación directa a la Copa Sudamericana.
El gran objetivo lo tendrá que sellar en las dos últimas fechas: El 3 de noviembre ante la U. de Chile en Chillán y el fin de semana siguiente, frente a Huachipato en el estadio Cap.
El miércoles, en tanto, jugará en el estadio Chinquihue el duelo de ida de la final de la zona sur de la Copa Chile y la revancha, el 29 de octubre en el estadio Nelson Oyarzún.
