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Parecía que la fiesta sería total.
Ñublense ganaba por 2-0 con golazos de Bernardo Cerezo (24’) y Jovany Campusano (28’), tras un arranque complejo ante O’ Higgins. Todo indicaba que estaba más cerca de golear que su rival de descontar en el estadio Nelson Oyarzún.
Sin embargo, en el complemento, el alza en el juego del rival, el bajón del Rojo y una deficiente lectura del partido por parte de Mario Salas, que perdió ese duelo con su colega Víctor Fuentes, permitieron la remontada del cuadro celeste que terminó igualando el pleito 2-2.
Los “diablos rojos” se durmieron, Mario Salas nubló la mirada y todo lo aprovechó el conjunto visitante para emparejar el marcador con dos goles de Octavio Bianchi, quien saltó desde la banca para transformarse en el verdugo del elenco chillanejo.
Ñublense evidenció nuevamente errores defensivos y una gran dificultad para cerrar los partidos.
El giro del equipo del “Comandante” Salas fue notorio cuando abandonó el campo de juego Matías Plaza, quien si bien había bajado su protagonismo en la tenencia del balón, ante la levantada de O’Higgins, era el único que podía ponerla contra el piso y hacer jugar al equipo.
El ingreso de Carlos Labrín, para armar una casi inédita línea de tres, según explico Salas en conferencia de prensa, fue para “evitar que nos levantaran centros y nos ganaran en el juego aéreo, porque ellos ingresaron a Bianchi y Arnaldo Castillo”.
Sin embargo, su percepción de juego se estrelló de golpe con el relato en cancha porque, precisamente, el cuadro celeste anotó vulnerando el centro del bloque posterior del Rojo. Bianchi entró a la espalda de los centrales para hacerle un globito a Nicola Pérez y luego desvió una pelota de cabeza ante la marca de Bosso.
El ingreso de Graciani y Rozas equilibró un poco el partido, frenando la insistencia de O’Higgins. Incluso, el ingresado Patricio Rubio, desperdició el gol del triunfo tras una asistencia perfecta del “Tano”.
Un empate amargo que deja a Ñublense y O ’Higgins con 15 puntos. El Rojo visitará a Universidad de Chile y luego recibirá a Huachipato, para sellar una irregular primera rueda. Mario Salas afirmó que sus cambios “dieron resultado” y que no renunciará a la banca chillaneja. “Seguiremos trabajando con la misma convicción”, sentenció.