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Ñublense roza la victoria y deja la llave abierta para la revancha

Cristian Cáceres

Ñublense atacando por todos los flancos y O´Higgins defendiéndose de manera desesperada, como aquel boxeador que intenta cubrirse el rostro, recibiendo golpes contra las cuerdas.

Esa es la postal que marcó el final del empate 1-1 entre diablos rojos y celestes por el duelo de ida de los octavos de final de la Copa Chile, disputado bajo la lluvia en el estadio Nelson Oyarzún de Chillán.

El Rojo no pudo darle el tiro de gracia al elenco celeste y debió conformarse con la igualdad, que dejó la llave abierta para la revancha del próximo domingo a las 17:30 horas en el estadio El Teniente de Rancagua.

Los diablos rojos arrancaron con todo, presionando al cuadro visitante. Rozaron la apertura del marcador Guerra (15’), Mateos (25’) Provoste (27’), pero fue O’Higgins el que golpeó en su segunda llegada, a los 33’, cuando Facundo Castro puso el 1-0 tras pivoteo de Larrondo.

Ñublense sintió el golpe y perdió profundidad en el ataque. Guerra quedó muy solo y Moya, su acompañante, se fue diluyendo ante la fuerte marca de los zagueros celestes. A pesar de perder peso ofensivo, en la recta final del primer tiempo, Mateos y Guerra tuvieron el empate.

Con todo

En el complemento, con los ingresos de Pinto, Quinteros y Martinez, el Rojo se volcó al campo rival, generando ocasiones de riesgo, que el portero Augusto Batalla resolvió con tapadas felinas para transformarse en la figura de su equipo.

Sin embargo, no contaba con la astucia y persistencia de Nicolás Guerra, quien tras un centro de Mathías Pinto, amortiguó de pecho y tras sacarse a tres zagueros, sacó un zapatazo imparable para poner el 1-1. Tras cartón, Ñublense siguió atacando e hizo sufrir hasta el pitazo final al “Capo de Provincia”, que pudo perderlo cuando Mateos, Vargas y Guerra rozaron la segunda conquista.

Ahora la llave se definirá en Rancagua el domingo, pero el sabor de boca que dejó el Ñublense de García, enciende la ilusión.

Voces diablas

“Jugamos contra un gran rival, de jerarquía y estuvimos a la altura, pudimos empatar y después ganarlo, pero quizás si teníamos tranquilidad ganábamos. Incluso si perdíamos, quedaba conforme por el juego de mis muchachos que no tienen techo”, analizó el DT de Ñublense, Jaime García.

La figura de la jornada, Nicolás Guerra, confesó que “fue un partido trabado ante un gran rival, que se encontró con un gol en una pelota parada, pero pudimos empatar y dejar la llave abierta. Vamos a ir a buscar la clasificación”, sentenció.

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