Ñublense dejó escapar una imperdible opción para meterse en la lucha por un cupo a la Copa Sudamericana tras caer anoche ante Unión Española por 2-1 en el estadio Nelson Oyarzún Arenas de Chillán.
Y no solo eso. Si los diablos rojos abrochaban una victoria, además de alcanzar a Cobresal con 32 puntos en el séptimo lugar, hubiesen batido un récord: Ser el primer plantel que suma cinco triunfos consecutivos en Primera División en la historia del club, superando la marca del plantel 2008 de Fernando Díaz, que ya había igualado venciendo a Deportes Iquique.
Ñublense protagonizó una decepcionante actuación ante más de 5 mil espectadores que llegaron a alentar ilusionados con una victoria para comenzar a mirar al continente.
Sin embargo, a los bajos rendimientos individuales se sumaron errores inesperados que permitieron el alza de los hispanos.
El Rojo no supo aprovechar la superioridad numérica tras la tempranera expulsión de Milovan Celis, quien le dio una patada en el rostro a, Lorenzo Reyes.
Parecía que los hispanos seguían con once jugadores ya que se reorganizaron defensivamente con dos líneas de cuatro y apostaron por el contragolpe.
Ñublense tenía la pelota, pero carecía de ideas para romper el cerrojo del cuadro de Santa Laura.
Pero cuando se iba el primer tiempo, a los 44’, Patricio Rubio metió un cabezazo notable tras centro de Bernardo Cerezo para poner el 1-0 y provocar el desahogo en la hinchada chillaneja.
Unión Española cerró el primer tiempo insinuando que con diez jugadores daría la batalla en el complemento. Y así fue. El segundo tiempo comenzó con Unión Española volcada al ataque, asumiendo el protagonismo ofensivo con variantes creativas y en ataque que le dieron mayor posesión y profundidad.
Ñublense perdió la tenencia de balón, retrocedió y se quedó sin piernas para contrarrestar el buen juego del forastero que levantó más su nivel cuando a los 56’ se fue expulsado Bernardo Cerezo por doble cartulina amarilla.
El equipo de Miguel Ramírez copó el campo rival y presionó para llegar al empate ante un dormido Ñublense.
Matías Marín puso la igualdad a uno tras capturar el rebote que generó una tapada de Nicola Pérez.
Los hispanos se fueron encima del cuadro local que previamente pudo liquidar el partido, pero Graciani elevó sobre la salida de Parra.
La estocada final la puso Pablo Aránguiz, ex Ñublense, tras centro desde la derecha con un remate ajustado a los 79’.
Ñublense no tuvo reacción nímica ni futbolística y pagó caro su bajo nivel.
El Rojo bajó al décimo lugar con 29 puntos y tras el receso de dos semanas, visitará el 13 de septiembre al líder Coquimbo Unido. Y el 9 de octubre visitará a la UC en partido pendiente.
¿Retomará la senda?.
