Corría el minuto 69’, cuando Mathías Pinto elevó debajo del arco de la U un gol cantado tras centro de Roberto Gutiérrez.
18 minutos más tarde, Joaquín Larrivey conectaba de cabeza y no perdonaba para poner el 1-0, que parecía el triunfo agónico de los azules. Pero en el séptimo minuto de descuento, sería Nicolás Vargas, el que igualaría el marcador desde los 12 pasos, tras mano de Osvaldo González, sancionada por Nicolás Gamboa, con asistencia del VAR.
Un empate era lo menos que podría traerse desde el estadio El Teniente de Rancagua, Ñublense de Chillán. Es que, prácticamente, durante todo el partido, fue más que la Universidad de Chile, por posesión de balón, intensidad, presión y volumen ofensivo. Aunque el pecado, que se repite, fue la falta de finiquito y la fineza en los últimos metros.
El empate 1-1 fue justo para los diablos rojos y un triunfo de la U hubiese sido mucho castigo para el cuadro chillanejo que sorprendió con el estreno del veloz puntero derecho sub-21 Maximiliano Torrealba, quien fue incisivo, pero se mostró algo ansioso y quedó amarrado con una amarilla.
Ñublense maniató a la U que no pudo sacudirse de la presión roja. Cañete sufrió para armar juego y Larrivey fue bien custodiado por Vargas y Guerrero, aunque tuvo una opción clara, que Nicola Pérez, tapó de manera notable, confirmando su gran momento. Torrealba pudo anotar entrando por derecha, pero definió débil y Cerezo casi sorprendió al portero Cristóbal Campos de distancia.
Los diablos rojos sostuvieron la presión en el complemento y con el ingreso de Mathías Pinto y Roberto Gutiérrez, potenciaron la propuesta ofensiva y dominaron a la U, sin contundencia ofensiva. Tras la farra increíble de Pinto, llegó el 1-0 de Larrivey de cabeza, que parecía la lápida para Ñublense. Pero el Rojo, que siempre buscó más, se fue con todo en busca del empate, el que llegó desde los doce pasos cuando Vargas convirtió en gol el cuestionado penal sancionado con la asistencia del VAR. Ñublense sumó 19 puntos, los mismos de la U, y luce en el séptimo lugar, mientras que los universitarios, están en el octavo lugar. Ahora el Rojo recibe el lunes a O’Higgins.
Polémica por la ropa
Lo futbolístico pasó a segundo plano, cuando Jaime García, DT de Ñublense, salió a la cancha con un polerón que no es de la marca de ropa deportiva que viste al plantel y con el nombre de la misma, escrita, en tono irónico, con plumón (OneFit).
La performance del entrenador, se reforzó cuando Mathías Pinto ingresó a la cancha, en reemplazo de Torrealba, con una camiseta intervenida en su número y con su apellido escrito con plumón sobre un parche blanco.
“Hay unas cosas que uno puede soportar, pero ésta es una falta de respeto hacia mi persona”, posteó Pinto, en sus redes, por, supuestamente, la ausencia de su camiseta 7.
Según trascendió, existe mucha molestia en el plantel y cuerpo técnico, porque hace meses, que no llega toda la ropa deportiva que comprometió la marca OneFit debido a una deuda que mantendría el club con la empresa curicana.
“La verdad es que hay un caos ahí con la ropa del club, pero ahí no me meto”, comentó Bernardo Cerezo.
“A veces siento que uno está solo. Es súper duro trabajar acá. Me saco el sombrero por mis muchachos. Sé que vamos a lograr algo importante. Le pido a la gente que no nos deje solos, porque es complicado cuando te dan la espalda de todos los frentes. Nos hemos sacado la cresta y ha sido duro. Fuimos superiores en los dos tiempos ante un equipo grande. Pudimos ganarlo, pero nos marcaron de un córner, les quitamos el medio y arriba y lo empatamos”, sentenció el DT Jaime García.
