El experto y consultor en aguas y obras de ingeniería, Jorgé Alé Yarad, exdirector general de Obras Públicas del MOP, destacó el rol clave del embalse La Punilla para enfrentar la escasez hídrica en la región de Ñuble.
El profesional lamentó que, frente a la sequía, “el Estado ha ido atrás, no se ha anticipado, ejemplo de ello fue la larga tramitación de la reforma al Código de Aguas; y vemos lo que se denomina la guerra del agua”.
“Cuando el agua se hace escasa y hay muchos usuarios y actividades que se disputan el recurso, sin que haya una eficaz regulación y supervigilancia por parte del Estado, se produce la llamada guerra del agua, en que se acusan unos a otros”, contextualizó.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]Sostuvo que “necesitamos volver a analizar técnicamente los problemas y buscar potenciar el rol que cada cual debe tener en esta discusión. Vemos una guerrilla, que es nefasta para buscar el bien común, hay que tener la cabeza fría para hacer el análisis técnico, jurídico y tecnológico para abordar estos problemas”.
En cuanto a la política de embalses, analizó el caso de La Punilla. “Ese proyecto es urgente, pero lamentablemente, el sentido de urgencia en el Estado se pierde”.
“Es de las obras estratégicas para el país, un embalse de esa magnitud, con todos los beneficios que genera, es un proyecto de alto desarrollo sustentable que beneficia a la comunidad en general”, subrayó el ingeniero civil industrial.
Frente a las críticas que han surgido a este proyecto desde algunas autoridades, Alé subrayó que “se requiere liderazgo, compromiso y sentido de urgencia en la concreción de obras de almacenamiento”.
“Chile y la región del Ñuble, sin Punilla, va a ser cada día más vulnerable, el desierto sigue avanzando hacia el sur. Hoy, no es la situación tan crítica, pero si esto se mantiene, como todos los expertos dicen que se va a mantener, si no hacemos estas obras hoy, en diez años más la situación va a ser una catástrofe, y vamos a tener que desplazar actividades económicas, agrícolas, a otras zonas, y se va a quedar seca la zona del Ñuble. En esto tenemos que trabajar hoy, debemos tener una responsabilidad con las futuras generaciones”, enfatizó.
Debate constitucional
Alé, junto a un grupo de académicos, emprendedores y expertos en gobernanza del agua en Chile, se integró al nuevo referente “Juntos por el Agua”, que busca hacer un aporte al debate constitucional sobre el agua.
Respecto a la apuesta por la “desprivatización del agua” que han hecho algunos sectores, Alé manifestó que “hay mucha ignorancia entre los personajes que discuten estos temas, primero, porque nadie es dueño del agua, es una falacia, hay una manipulación del lenguaje, el agua es un bien nacional de uso público y el Estado entrega la concesión de uso”.
En ese sentido, dijo que el planteamiento que apunta a desmantelar el modelo de derechos de agua, “va a destruir el sistema, y nos vamos a quedar sin pan ni pedazo. Destruir el sistema va a significar el caos completo, es una forma de confiscar la tierra, una reforma agraria encubierta”, lo que “no contribuye a solucionar el problema de la escasez, porque el problema radica en una mala gestión por parte del Estado. El Estado de Chile ha hecho una mala asignación, entonces, por distintos motivos se han sobreotorgado derechos, y el incentivo es que todos tiendan a sobreexplotar, y esa fuente se seca”.
Finalmente, planteó que “eso no va a prosperar. La mayoría de la gente sensata de Chile se da cuenta que es una aberración, como tantas otras que se han escrito, por eso es importante una discusión seria del tema y anticiparnos a los problemas”.
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