Ñuble repite un 89% de participación electoral, la tercera tasa más alta del país
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Un total de 398.734 personas votaron este fin de semana en la Región de Ñuble, en las elecciones de gobernador regional, consejeros regionales, alcaldes y concejales, según informó el Servicio Electoral (Servel), lo que arroja un 89,21% de participación respecto al padrón de 446.936 electores habilitados para sufragar, tasa muy similar al 89,01% registrado en la región en el Plebiscito constitucional de 2023, y cercana también al 89,02% que anotó Ñuble en el Plebiscito constitucional de 2022.
De esta forma, la región se ubicó nuevamente muy por encima del promedio nacional de 84,69%. De acuerdo a los datos oficiales del Servel, en el país votaron 13.084.711, de un padrón de 15.450.377 electores.
Las regiones con las mayores tasas de participación fueron O’Higgins, con un 90,66%; y Maule, con un 90,12%. En el otro extremo, las que registraron la menor participación fueron Aysén (72,90%) y Magallanes (75,45%).
A nivel comunal, en la Región de Ñuble, 1as comunas superaron el 90% de participación, encabezadas por Coihueco, con un 92,36%; y Chillán Viejo, con un 91,98%. También destacaron Cobquecura (90,08%), Coelemu (90,77%), Pemuco (90,53%), Pinto (90,48%), Ránquil (90,20%), San Ignacio (90,76%), San Nicolás (90,71%) y Trehuaco (90,94%).
Por otro lado, las comunas de Ñuble con las menores tasas de participación electoral fueron: Chillán, con 87,76%; y San Fabián, con 87,85%.
En opinión de analistas locales, el voto obligatorio es el principal factor de la alta participación, asociado a un hábito adquirido en los últimos procesos eleccionarios, repitiéndose una tasa en torno al 89% que, aparentemente, se consolida y se proyecta de cara a los próximos comicios presidencial y parlamentarios.
“Se incubó un hábito”
Rodrigo Landa, analista y asesor político local, comentó que, “ya con los diversos procesos electorales que habíamos tenido, se había incubado una participación más o menos importante, sobre todo, en los dos últimos plebiscitos, donde tuvimos en Ñuble una participación muy grande, sobre 390 mil personas, por lo tanto, era muy difícil que, con voto obligatorio, bajara esa cifra”.
“Al ser elecciones muy seguidas, porque nosotros venimos teniendo procesos electorales en los últimos cuatro años, con cinco procesos electorales, es indudable que se convierte en un hábito ir a votar”, argumentó.
Además, planteó que, “obviamente que, al ser cuatro elecciones al mismo tiempo, genera mayor interés, porque, sobre todo, a la gente de las comunas, le interesa mucho la votación de alcalde, porque las personas ven en el alcalde al realizador más directo, y está demostrado que cuando se eligen alcaldes las personas van a votar”. También apuntó a la elección de gobernador regional como de gran interés. En esa línea, profundizó que, al haber un gran número de candidatos, estos, a su vez, logran movilizar más personas. “Los concejales y consejeros regionales eran muchos candidatos y claramente, cada uno de ellos también, dentro de su trabajo de campaña logran mucha adhesión, y eso va a aumentando la participación”.
Landa reconoció que no hubo mayor sorpresa en la participación. “Se mantuvo lo que yo proyectaba, en comparación al año pasado”, puntualizó, al tiempo que reflexionó sobre el formato de elección en dos días, que también habría contribuido a lograr una alta participación. “Si nosotros somos generales después de la batalla y analizamos hoy día la decisión de la elección en dos días, yo creo que finalmente la elección en dos días también genera mayores probabilidades de que vote más gente”, expuso.
Consultado por el efecto de la apatía y la decepción de los electores hacia los políticos, que parece no haber incidido notoriamente en la tasa de participación, el analista sostuvo que “dada la rabia y el hastío que hay con la clase política, nosotros podríamos pensar que iba a votar menos gente, pero también la rabia y la situación negativa que viven las personas se transforma en un poderoso factor para moverla a cambiar el estado de las cosas; y lo otro es que los votos blancos y nulos aumentaron considerablemente”, superando en conjunto el 17% en la elección de gobernadores en Ñuble.
Dados estos números y de cara a la próxima elección presidencial y parlamentaria, Landa aseveró que debiera mantenerse la actual tasa de participación. “Yo creo que, en Ñuble, al menos, no deberían bajar el próximo año las cifras de participación; a no ser que haya una reforma legislativa, que cambie las condiciones del juego, lo que no creo, porque este año hay una discusión importante respecto a la votación obligatoria, donde se bajó sustancialmente la multa a 33 mil pesos y, aun así, al bajar la multa, se mantuvo la participación. Yo veo un escenario en que es muy difícil que cambie a voto voluntario y, por lo tanto, ante el voto obligatorio y una elección parlamentaria y presidencial que es intrínsecamente política -a diferencia de las elecciones locales- yo creo que el piso de participación al que llegamos se mantendrá de todas maneras”.
Obligatoriedad de la votación
El también analista y asesor político local, Álvaro Acuña, quien es académico de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad del Bío-Bío, reconoció que, “yo esperaba que hubiera menos participación, pero entiendo que está en alrededor del 80%-90%”.
El profesional afirmó que el hastío y la rabia con la clase política que se detecta en amplios grupos de la población se reflejó en buena medida en el crecimiento de los votos nulos y blancos, que superaron el 17% en Ñuble. “Es una cifra alta, tuvieron que ir a votar obligados, la gente no paga los $33 mil de multa y va a votar igual, pero se manifiesta así; y también muchos votos que recibieron los candidatos fueron votos de castigo”.
“Yo siento que la participación se debe a la obligatoriedad de los votos y a que tenemos un buen sistema, es decir, hay desconfianza hacia el sistema país, pero el sistema electoral se ha mantenido bien, todos los países reconocen el sistema electoral chileno como un sistema respetado, nadie dudó de que hubiera problemas con una elección en dos días, porque hay confianza en el Servicio Electoral, y yo creo que la gente, al confiar, va; con rabia, con esperanza, con optimismo, con lo que quiera, pero va. Si hubiera desconfianza, probablemente tendríamos una menor participación”, reflexionó Acuña.
El profesional coincidió con Landa respecto al efecto que tiene también la gran cantidad de candidatos. “Yo vi mucha gente que iba a votar cruzadísimo, con cuatro preferencias con tendencias políticas distintas, y tiene que ver con eso, porque hay compañeros de colegio, hay familiares, hay amigos, entonces, finalmente eso mueve electores”, indicó.
Consultado respecto a la mayor participación de Ñuble respecto al promedio nacional, manifestó que, además de la historia, “en la región había una competencia interesante, donde Óscar Crisóstomo buscaba la reelección”, y, por otro lado, destacó el factor republicano, “que ayuda mucho a aumentar la participación, en el sentido de que Ñuble es una de las regiones que más cariño tiene con los republicanos, aquí está uno de los principales líderes, que es Martín Arrau”.
En cuanto a los próximos comicios, en 2025, Acuña planteó que “va a depender de cómo continúen los eventos, pero no va a bajar mucho, de hecho, no creo que baje, tampoco creo que suba. Yo creo que el voto obligatorio marcó la diferencia, la gente va a votar, va a cumplir con el deber”.