El próximo 21 de noviembre, Ñuble no solo participará de la primera vuelta presidencial y de la elección de senadores y diputados.
También, y por primera vez, elegirá al Consejo Regional completo de la región y por territorios, es decir, a sus 16 integrantes que le corresponden por ley, ya que desde la creación de la Región de Ñuble, solo ha contado con los seis representantes que pertenecían a la ex provincia de Ñuble, y que fueron electos por la Región del Biobío, en 2017.
Se trata de cargos de gran relevancia local, ya que entre otras funciones, fiscalizan los actos del gobierno regional; aprueban el FNDR y el plan de desarrollo de la región.
Serán elegidos por provincias: Diguillín contará con ocho representantes y Punilla e Itata, con cuatro cada una.
Al igual que en las elecciones parlamentarias, se utilizará el sistema proporcional (método D´Hondt) para elegir a los ganadores, por lo que las listas cobrarán importancia a la hora de sumar votos.
Por ejemplo, un pacto puede presentar hasta ocho candidatos a consejero regional por la provincia de Diguillín, en cambio un independiente debe competir en solitario, por lo que debe obtener una importante cantidad de sufragios para tener la chance de ser electo(a).
En el caso de los independientes que deseen competir, deben reunir patrocinios online en el sitio web del Servel. Para Diguillín se requieren 695 firmas; para Punilla, 239 y para Itata, 153.
Los postulantes no pueden haber estado afiliados a un partido político dentro de los nueve meses anteriores al vencimiento del plazo para presentar las declaraciones de candidaturas, es decir, no encontrarse afiliado al lunes 23 de noviembre de 2020.
El plazo máximo para reunir los patrocinios es el 23 de agosto próximo, día en que vence el plazo para inscribir las candidaturas ante el Servel.
¿Y las consejeras?
Sin duda, el aumento de cupos de consejeros regionales se ha transformado en un arma de doble filo para los partidos. Por un lado, se puede dejar contentos a más militantes que quieren postular, pero por otro, el hecho de competir por territorios dificulta el encontrar candidatos idóneos y con arraigo.
Además, el actual consejo regional tiene un gran desafío: integrar a las mujeres. Los actuales cores son todos hombres, y si se quiere avanzar en este ámbito, los partidos deben comenzar por incluir más candidatas.
Esto, debido a que el proyecto que tiene por objeto fortalecer la representatividad de las mujeres en cargos locales de elección popular -municipales y regionales-, tal como actualmente existe en materia de declaraciones de candidaturas parlamentarias, contribuyendo así a la superación del desequilibrio que les impide acceder a tales cargos, posibilitando una mayor visibilidad de las mujeres dentro de la política; se encuentra estancado en el Senado, donde debe ser votado en particular, en segundo trámite constitucional.
La iniciativa, ingresada a la Cámara de Diputados en agosto de 2018 por un grupo de legisladoras de oposición -entre ellas, la exdiputada y actual senadora, Loreto Carvajal-; garantiza la participación efectiva de las mujeres en las elecciones a consejeros regionales, alcaldes y concejales, disponiendo una cuota de género máxima de un 60%, de modo que en las declaraciones de candidaturas para estos cargos, presentadas por un partido político y aceptadas por el Servicio Electoral, un género no podrá superar al otro en más del porcentaje señalado.
Las normas que se establecen sólo serán aplicables a los procesos electorales de consejeros regionales de los años 2021, 2024, 2028 y 2032 y a los procesos electorales municipales de los años 2024, 2028 y 2032.