En el marco de la próxima Junta Nacional de la DC, el diputado y exministro de OO.PP., Alberto Undurraga, visitó Chillán para participar de la Junta Regional y escuchar a los militantes locales.
Su nombre es uno de los que suena para poder asumir la próxima directiva del partido, que en el último tiempo ha sufrido la partida de cerca de 800 militantes, entre ellos, los gobernadores Claudio Orrego y Patricio Vallespín y los senadores Ximena Rincón y Matías Walker.
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“Mi nombre lo han puesto algunos arriba de la mesa para ayudar a construir una nueva etapa de unidad, y en ese marco, lo que he señalado es que si mi nombre ayuda, estoy disponible”, sostuvo.
– Varios militantes locales han expresado que pese los problemas que enfrenta la DC, se quedarán. ¿Cuáles son sus razones para no “abandonar el barco”?
– Soy un convencido que la DC tiene hoy una crisis en cuatro dimensiones: de identidad, con un mensaje poco nítido, poco diferenciador; de convivencia, las descalificaciones son normales al interior del partido; administrativa, del achicarse y contar con menos recursos; y política, con el Apruebo y el Rechazo. Esas cuatro dimensiones hacen que sea muy complejo, sin embargo, los valores y principios siguen vigentes. Por ello soy partidario de buscar una solución institucional, con reformas profundas desde adentro del partido, respecto de nuestra declaración de principios, de nuestra orgánica, y a partir de ahí contribuir a un referente más amplio de centro izquierda donde nos podamos encontrar con quienes piensan parecido.
– ¿Cree que acciones como que el Tribunal Supremo le suspenda la militancia a Fuad Chahín por su postura frente al plebiscito no colaboran precisamente a mejorar el ambiente?
– Es absurdo lo que acaba de hacer el TS, porque los problemas políticos no se resuelven por la vía administrativa y disciplinaria, y aquí hay un problema político, sin duda. Fuad tampoco ha ayudado con sus declaraciones, que han sido muy duras contra otros camaradas.
-¿Cree que les faltó liderazgo y hubo individualismo entre quienes abandonaron recientemente el partido?
– No quiero entrar en esas críticas, porque los partidos son instituciones voluntarias, y si una institución voluntaria está perdiendo parte de los suyos, tiene que hacerse la pregunta: ¿Qué estamos haciendo mal? No solo echarle la culpa al que se fue. Debemos centrarnos en qué hay al interior de la DC que no anda bien, para recuperarla primero, y luego construir un marco más amplio de centro izquierda.
La DC y el gobierno
– ¿La DC debe mantenerse al margen del actual gobierno, o debiera integrarse?
– Nosotros no somos un partido de gobierno y no tenemos por qué serlo tampoco. Nosotros representamos un mundo distinto al que está en el gobierno, y por lo tanto, nuestra mejor contribución al país es desde ahí, apoyando aquellas materias que nos parezcan positivas y rechazando las que nos parezcan negativas.
– En ese sentido, ¿Uds. como DC apoyarán la reforma previsional presentada por el gobierno?
-Yo soy presidente de la comisión de Trabajo, así que conozco bastante los temas de la reforma y he estado en todo el trabajo prelegislativo. La primera impresión que me generó la propuesta fue positiva, porque tiene cuatro elementos que son importantes para un sistema de pensiones: solidaridad para mejorar las pensiones ahora, sobre todo, de las mujeres, lo que es muy importante; tiene gradualidad, y en eso recogieron nuestra proposición en torno al 6%, para no afectar el empleo; la libre elección en el componente individual, algo que también recogió el gobierno, y la separación del rol que hoy cumplen las AFP, de administración e inversión. En lo conceptual me parece correcto, es un buen proyecto. Habrá que desatar ciertos nudos, como cuánto de solidaridad habrá en el 6% y la separación de la industria, que las AFP dejen de ser tales.
– ¿Entonces cree que estarían los votos DC?
– Creo que en general, la votación estará, más allá de nuestros votos. Debemos construir un acuerdo tal que permita desatar los nudos.
– Respecto de la votación de la mesa de la Cámara: ¿ve factible que ésta quede en manos de la derecha?
– Nosotros participamos de un pacto administrativo que firmamos por cuatro años, seguimos en él para ver quién reemplazará a Karol Cariola, y lo que hemos dicho es que para sostener la participación en un acuerdo se requieren dos cosas: la voluntad, que la tenemos; y no ser agredidos. La querella contra Sergio Micco fue una agresión, por eso pedíamos que no estuvieran de acuerdo, y como no lo estuvieron, no estábamos dispuestos a votar por la candidata del PC. Al bajarse su nombre, seguimos dispuestos a respetar el pacto y a respaldar a otro nombre que genere más consenso.
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