“Nos interesa hacer vínculos con las comunidades y regiones y no solo traer y llevar cosas”
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Esta semana Cecal UdeC inauguró la muestra “Volver a nombrar” de la artista chillaneja de presencia internacional Eugenia Vargas-Pereira. La muestra había comenzado a itinerar en el Museo Nacional de Bellas Artes y ese vínculo trajo a la región a la directora del museo, Varinia Brodsky Zimmermann, quien ya conocía la realidad de Ñuble a través de su trabajo en el Ministerio de las Culturas, a cargo del área de Artes Visuales.
El año pasado asumió el cargo de directora del Museo Nacional de Bellas Artes, convirtiéndose en la primera mujer en optar al puesto tras el regreso de la democracia. En este marco, concedió una entrevista a La Discusión Domingo para ahondar en esta alianza.
-¿Cómo se da este vínculo entre el Museo y Cecal UdeC?
-Se produjo una feliz coincidencia porque yo llevo poco más de un año en la dirección del museo y una de las líneas que quise impulsar de manera muy fuerte es la exposiciones de mujeres y artistas. Hicimos una programación dedicada a un 80 por ciento de mujeres y dentro de eso había artistas que particularmente en Chile se conocen muy poco y están radicadas en el extranjero. Y Eugenia es una de ellas. No había tenido un individual en Chile así que la invitamos a hacer esta exposición, que además venía de la mano de un proceso de investigación que hizo la Mane Adaro. Cecal estaba por su parte viendo la posibilidad de invitarla y bueno, coincidimos e hicimos un esfuerzo en común.
-Como región, somos la que más artistas ha dado al país, sin embargo, no tenemos nada parecido a un museo como el que representas. Y salvo algunas excepciones como el Cecal UdeC o el Teatro y Corporación Municipal, estamos en deuda en estructura y conservación esperando el avance del Museo Regional ¿Cómo el Museo Nacional de Bellas Artes puede aportar a una realidad como la de Ñuble?
-La única forma es generar alianzas. Porque aquí entra el tema de presupuestos, condiciones para exponer, o sea, a mayor o menor escala es una realidad del país. Piensa que en todo el norte de Chile no hay un museo de arte. Nosotros pertenecemos al Servicio del Patrimonio, tenemos una red. Son los tres nacionales y 26 regionales. Entonces, lo que queremos hacer es fortalecer esa red para mover las colecciones, que es lo más difícil. Porque, también, como consecuencia de la pandemia crecieron mucho los presupuestos de transporte y seguros. Chile es un país catastrófico, los seguros son altos. Entonces eso nos presenta muchas dificultades de generar itinerancias.
-Las regiones también pueden aportar…
-Nos interesa hacer vínculos con comunidades y no solo traer y llevar cosas. Sino que tener una relación más recíproca. El Museo de Bellas Artes es el primero de Latinoamérica y el único de su naturaleza, entonces tenemos que hacer honor a ese título y trabajar con todo el país. Dependiendo de los espacios y de las intereses comunes, también se pueden desarrollar otras actividades. Tenemos ganas de movilizar a nuestros equipos, que se haga el intercambio. O sea, motivar otras experiencias que no solo tienen que ver con esto.
-¿Cómo ha sido este año en lo personal y profesional considerando que eres la primera mujer en este cargo desde el término de la dictadura?
-Sí, soy la primera mujer de la democracia, llegué por concurso público con todas las de la ley. Ha sido muy intenso. Ha sido un año que ha pasado volando, pero que al mismo tiempo parecen 10. El museo tiene muchas dimensiones de las cuales ocuparse y, desde mi lugar, he tenido como objetivo instalar una línea editorial que se vea, que sea como identitaria y representativa de la mirada de una mujer, de una generación específica. Por supuesto, hay un enfoque de género muy fuerte, que no solo se ve reflejado en las exposiciones, sino también en cómo podemos desarrollar este trabajo. Bautizamos el Centro de Documentación como Angélica Pérez Germaín, que fue una persona muy importante para el museo en su época y poco reconocida. Bautizamos otra sala con el nombre Roser Bru, porque todas las salas tienen nombre de hombre. Estamos haciendo gestos como para relevar ciertos legados.