“Víctor Lidio Jara Martínez, nació el 28 de septiembre de 1932 a las cinco de la tarde en Santiago de Chile… no en las proximidades de Chillán, como se ha señalado casi siempre”. Con esta frase comienza la página 22 del libro “La vida es eterna” escrito por el historiador español Mario Amorós y que fue lanzado en la semana en Chile. El texto se lanza a casi justos 50 años de la muerte de Víctor Jara ocurrida en septiembre de 1973, a días de ocurrido el golpe de estado de Augusto Pinochet.
La Discusión conversó con el historiador, quien también se ha interesado en otras figuras nacionales. En esta entrevista cuenta los entretelones de este nuevo material y hace una invitación a los chillanejos a acercarse a la figura de Víctor a 50 años de su cobarde asesinato.
– ¿Qué te motiva a escribir sobre Víctor Jara?
– He escrito varias biografías de personas muy importantes de Chile como Salvador Allende, Pablo Neruda y Miguel Enríquez, y también de una persona que no es importante y que es el lado contrario de estos personajes como lo es el dictador Augusto Pinochet. Por tanto, mi interés por la historia de Chile y el género biográfico viene de lejos. Hace muchos años pensé en hacer una biografía de Víctor Jara que es para mí es una persona por la que siento un gran cariño, tengo sus discos, entrevisté a Joan Jara hace 20 años (tengo su maravilloso libro) y he publicado muchos artículos en España sobre su figura. Hace un año emprendí la investigación histórica, que me ha llevado a ver documentación muy importante, como la ficha de Víctor en la Comisión Rettig, la Vicaría de la Solidaridad, el sumario judicial de la investigación sobre su asesinato. Con las noticias encontradas de él tanto dentro como fuera de Chile, múltiples referencias bibliográficas he presentado esta biografía que llega a pocos meses de la conmemoración del cruel asesinato de Víctor en el Estadio Chile.
– En tu libro, sostienes que Víctor no nació en esta zona… En Ñuble por años hemos albergado ese orgullo…
– Lo inscribieron a dos semanas de su nacimiento. No me imagino que Amanda Martínez haya dado luz a su hijo cerca de Chillán y se haya trasladado hasta Santiago para inscribirlo. Víctor nació en Santiago, eso fue así, consta en documentos, en su parte de nacimiento y fallecimiento, pero su infancia está ligada a Quiriquina, comuna de San Ignacio, y luego en Lonquén, eso es lo que deja huella en Víctor.
– El mismo Víctor Jara en algunas entrevistas sitúa en este sector su lugar de nacimiento ¿Por qué?
– No lo sé, nadie lo puede saber. Cito entrevistas donde dijo una vez una cosa y otra vez, otra. A él no le quedó memoria del terremoto de 1939 por lo que sitúo su partida a Lonquén antes de eso. No puedo sostener, evidentemente, más que una conclusión algo fundada, que es cuando deja Chillán y se traslada a Lonquén.
– Entonces ¿Cuál es el valor que Víctor le da a Ñuble?
– Victor Jara no nació en la Provincia de Ñuble, sin embargo, esto no desmerece el vínculo con la zona, con Chillán, con el pueblito de Quiriquina, en la comuna de San Ignacio. Víctor fue hijo de campesinos inquilinos, sin tierra y fue en esos primeros años en Quiriquina y luego en Lonquén, cuando escuchando a su mamá Amanda Martínez tocando la guitarra, que se empezó a interiorizar de la riqueza del folclor musical del campo chileno, la riqueza de esas canciones creadas por los campesinos en las largas jornadas de trabajo, en los matrimonios, en los funerales, en los entierros de los angelitos. Es una parte muy importante en la biografía de Víctor. No se puede entender a Víctor Jara sin aquellos primeros años en Chillán y posteriormente en Lonquén antes de llegar a Santiago a comienzos de los cuarenta con su familia.
– ¿Tienes pensado lanzar el libro en esta ciudad?
– Me gustaría mucho, uno de mis grandes amigos chilenos es el abogado Eduardo Contreras, alcalde comunista de Chillán en 1971, y diputado comunista por Chillán electo en marzo del 73. Él me ha contado muchas cosas de su ciudad natal y sería un placer presentar el libro allá. Por eso invito a los ciudadanos chillanejos y lectores de La Discusión de Chillán a leer esta biografía que está siendo muy bien acogida; ahí cuento toda su vida y su terrible asesinato a manos de agente de la dictadura del general Pinochet. Víctor dejó una huella muy profunda en la cultura chilena y también en la cultura universal, es una de las figuras que representa la Unidad Popular en Chile y dejó un recuerdo imborrable. Este año, cuando se cumplen cinco décadas del golpe de estado, Víctor estará muy presente como lo ha estado siempre en la memoria y el corazón del pueblo chileno.