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Durante la campaña Presidencial de Gabriel Boric, e incluso, durante las últimas cuentas ante la nación del mandatario, la promesa de lograr una verdadera descentralización y acabar con la figura de los delegados Presidenciales regionales, ha estado latente.
Sin embargo, otras preocupaciones y el constante torpedeo del mundo político, han relegado el tema a un segundo plano, convirtiéndolo en un pendiente más.
Heinrich von Baer, past president de la Fundación Chile Descentralizado y regionalista acérrimo, tiene una particular mirada del estado actual del proceso.
No es pesimista a la hora de evaluar los avances, y cree que para lograr la verdadera descentralización, no es necesario terminar con la figura de los delegados Presidenciales.
-¿Se encuentra detenido actualmente el proceso de descentralización? ¿Ha sido víctima de la contingencia país?
-Ni tanto, ni tan poco. Lamentablemente estuvo detenido durante un tiempo, entre otros, por los cambios de tres subsecretarios de Subdere, lo que ha dificultado el avance continuo del tan necesario proceso descentralizador. Sin embargo, si bien con tardanza, recientemente se ha estado produciendo un importante y esperanzador reimpulso, liderado por la ministra del Interior, Carolina Tohá, y la subsecretaria Francisca Perales. En lo principal, este nuevo aire implica el diseño y promoción de una “Política de Descentralización de Chile”, acompañada de un proceso ampliamente participativo de los actores sociales de las comunidades locales y regionales, y de un Consejo Asesor integrado paritariamente por un conjunto de doce destacadas personalidades de comprobada trayectoria, conocimiento y compromiso con un efectivo avance del proceso.
Delegados Presidenciales
-¿Cree posible terminar con la figura de los delegados Presidenciales? Todo indica que con el actual modelo unitario es casi imposible delegar funciones en los gobernadores. ¿Cómo se puede cumplir con el compromiso hecho por el propio Presidente?
-Siendo un decidido y perseverante partidario de un esfuerzo país para transformar a Chile en un país descentralizado y desarrollado, capaz de movilizar todas las potencialidades humanas y productivas de cada una de nuestras regiones, no comparto la premisa que para ello debamos “terminar” con la figura de los delegados Presidenciales. Así como se trata de alejarnos en forma significativa y sostenida del modelo vigente de Estado unitario y altamente centralizado, sería un salto a otro extremo, además de un costo burocrático excesivo en relación a sus beneficios, definir como meta o “puerto de llegada” del proceso el modelo de Estado federal. En cambio, el modelo apropiado para la realidad presente y futura de Chile, es el de Estado unitario – descentralizado (unitario sólo en lo esencial: gobierno interior). En dicho diseño institucional es lógico y natural que el gobierno central siga teniendo un representante en los territorios, pero solo a nivel de las provincias, para ejercer las funciones de gobierno interior. Para ello es necesario que cada vez más facultades, actualmente ejercidas por el gobierno central a través de los actuales delegados Presidenciales, sean traspasadas al nivel donde en cada caso se ejerzan mejor: a los gobiernos regionales o a las municipalidades.
-A nivel de gobiernos regionales ha habido algunos avances, sobre todo, en materia de fomento e inversión. Se han generado instancias con poder de decisión local. ¿Qué otros avances destacaría?
-A pesar de todas las dificultades de su instalación, el principal avance sigue siendo la elección democrática de los gobernadores regionales, institucionalidad que debe seguirse perfeccionando consistentemente. Otro avance muy importante sin duda es la ley del royalty minero, cuyos recursos esperamos impacten positivamente en la calidad de vida de tantas comunas todavía muy pobres de norte a sur de Chile.
-Con elecciones ad portas, ¿Se podría dar este período Presidencial como perdido en materia de descentralización? ¿O se ha avanzado “en la medida de lo posible”?
-Para lo que el país necesita y merece, desde luego habría sido deseable avanzar bastante más, sin interrupciones por motivos contingentes. Pero ello no significa que debamos dar por “perdido” el actual período: estamos a “medio tiempo”, y todos los actores, no sólo el gobierno, debemos hacer el máximo esfuerzo posible para aportar