El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, demandó este viernes más apoyo a Washington para contener a los cárteles que operan y usan a la región como ruta del narcotráfico hacia Estados Unidos.
“Aquí deberían de invertir, no es que van a ayudar, porque aquí le estamos ayudando a ellos (Estados Unidos) a que no llegue más droga al mercado, con recursos limitados”, dijo el mandatario durante un acto militar en la plaza de la Revolución en Managua.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó el año pasado suspender ayuda económica a Honduras, El Salvador y Guatemala por no contener el flujo de migrantes que salen en caravanas hacia el país.
“Aporten recursos”, reclamó Ortega, quien pidió que “no criminalicen a los ciudadanos de pueblos hermanos que en la desesperación por la inseguridad creada por el narcotráfico, el crimen organizado, las pandillas que tienen un gran mercado ahí en los Estados Unidos (..) buscan la seguridad yendo a los Estados Unidos”.
El mandatario nicaragüense hizo estos comentarios en un acto en el que ratificó al frente del ejército al actual jefe, Julio Avilés, para un tercer periodo consecutivo de cinco años, en reconocimiento a “su lucha contra el crimen organizado”.
Avilés, un exguerrillero con una extensa experiencia militar, incluyó entre sus logros la retención de más de 63.000 migrantes procedentes en su mayoría de África y Medio Oriente que tenían como destino Estados Unidos.
Prometió fortalecer la lucha contra el narcotráfico y la seguridad en el país. “La seguridad, la estabilidad y la paz son necesarias para el desarrollo nacional”, indicó.
El jefe del ejército dijo que en los últimos cinco años la fuerza detuvo 488 narcotraficantes, se decomisaron entre otros 13 toneladas de drogas y ocho millones de dólares, y se destruyeron 400.000 plantas de marihuana.
“No tenemos en nuestro país cárteles del narcotráfico y el crimen organizado, no existen pistas clandestinas para recepcionar drogas”, subrayó.
Avilés asumió su tercer periodo al frente del cuerpo militar, gracias a una reforma al código militar de 2014, que derogó una disposición que prohibía la reelección en la jefatura del ejército y permitió a los militares ocupar cargos públicos.
La reforma tuvo lugar el mismo año que una enmienda constitucional que estableció la reelección presidencial indefinida y favoreció a Ortega, en el poder desde 2007, y con graves cuestionamientos de violaciones a los derechos humanos.
