El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien se juega su supervivencia política, sorprendió este jueves al país al instar a Benny Gantz a formar un gobierno de unión nacional, dos días después de unas elecciones legislativas en las que ambos quedaron empatados.
Gantz respondió que también quería un gobierno de unidad para sacar al país del bloqueo político, pero que desea dirigir ese ejecutivo.
El miércoles por la noche, Netanyahu seguía insistiendo en que el país sólo tenía dos opciones: un gobierno de derecha dirigido por él o un “gobierno peligroso que se apoye en los partidos árabes”, un ataque indirecto a Gantz, que se dijo dispuesto a negociar con las formaciones árabes israelíes, tercera fuerza más votada, con la esperanza de lograr una coalición.
El giro brutal llegó este jueves por la mañana, cuando el primer ministro, en el poder desde hace una década, propuso negociaciones directas con su principal rival, Gantz, ex jefe del Estado Mayor del ejército.
“Durante la campaña exhorté a formar un gobierno de derecha. Desgraciadamente, los resultados de las elecciones muestran que no será posible (…) Por ello, la única opción es formar un gobierno de unión, tan amplio como sea posible”, dijo Netanyahu en un mensaje de video.
En una ceremonia este jueves en Jerusalén en memoria del ex primer ministro y premio Nobel de la Paz Shimon Peres, ambos hombres se estrecharon la mano, según un fotógrafo de la AFP en el lugar.