Señor Director:
La diputada RN Sofía Cid propuso un proyecto de ley que sanciona penalmente la intervención quirúrgica o mutilación de mascotas o animales de compañía con fines no medicinales.
Celebro la iniciativa, que podría trivialmente ampliarse para proteger a tantos humanos, especialmente niños y adolescentes, afectados por el mismo abuso; transgrediendo su autodeterminación, libertad, integridad física y psicológica.
Varios países que padecen la plaga de la mutilación genital femenina han ido tomando medidas, combatiendo la ablación de clítoris e infibulación realizadas con fines habitualmente rituales o religiosos.
Viene siendo hora de que también entendamos la aberración que va desde la perforación del lóbulo de oreja hasta la mutilación del prepucio de niños varones mediante la circuncisión, por motivos no médicos; peor aún cuando encargada por sus mismísimos padres, incumpliendo su patria potestad, que les obliga a velar por el bien superior del niño. Si hemos de buscar dignidad para toda la infancia, ¿no hemos de saber superar las prácticas culturales y credos que imponen navaja para aceptar a sus indefensos miembros?
Luis Cárdenas Graide