Señor Director:
El fundador de la República, Bernardo O’Higgins Riquelme, tiene grandes monumentos y monolitos a lo largo del territorio nacional. El monumento en la Alameda de Santiago y el de la Plaza de Armas de Chillán se consideran los principales. Ambos son monumentos clásicos.
En Chillán Viejo se instaló un monumento de notable originalidad como punto central de un parque que lleva su nombre y que es un digno memorial del prócer. La obra fue ejecutada por el arquitecto Carlos Martner, quien tuvo la genial idea de encomendar a su hermana María, famosa por sus murales de piedra, una obra de contenido y belleza que probablemente no tiene ningún prócer y que desde 2015 es Monumento Nacional.
María Martner García, Santiago (1921-2010), escultora, muralista y vitralista, con estudios en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile, autora de murales realizados con piedras de colores naturales, entre las que destaca el escudo nacional en la residencia presidencial de Tomás Moro y La Vida de O’Higgins en Chillán Viejo.
Se recogieron piedras de formas y colores en todo el país y se ofreció una “biografía” del prócer, un tesoro que pronto se espera sea reconocido como “Patrimonio Nacional”, se espera se restaure y se ilumine para convertirlo en lo que debe ser: un punto del turismo nacional. En eso trabaja el alcalde de Chillán Viejo, Jorge Del Pozo Pastene.
El 25 de febrero de 1973 se cumplieron 50 años de esta obra colosal que debería constituir punto de visita obligada de todos los escolares de Ñuble y un motivo de orgullo para la vecindad de Chillán Viejo, donde a lo menos una calle debería llevar el nombre de María Martner García, una de las artistas más notables de Chile.
Alejandro Witker
Historiador