Cada vez va quedando menos para el debut de Ñublense en la Copa Sudamericana, que se dará el 8 de marzo a las 21.30 horas ante Unión La Calera, sin embargo, sigue siendo un misterio cuál va ser el recinto donde el “Rojo” sea local para su segunda participación en una copa internacional.
Pese al gran esfuerzo de la Municipalidad de Chillán en los arreglos del Nelson Oyarzún, que han significado una inversión de $250 millones de pesos, el césped del campo de juego sigue siendo la gran traba que podría provocar el rechazo de la Conmebol al estadio para ser sede en la Sudamericana, obligando al equipo de García a ser local en el estadio Ester Roa.
Hace unos días, Francisco Mardones, gestor deportivo de Ñublense, reconocía el gran trabajo del municipio, pero confesó que el pasto sigue deficiente de cara a la inspección de la Conmebol, que ya rechazó el estadio Nicolás Chahuán de Unión La Calera, que hará de local en el Sausalito.
Pese a esto, Mardones declaró que el equipo quiere jugar en Chillán ante su gente, pero que la última palabra la tiene el ente deportivo sudamericano.
Ayer, el alcalde Camilo Benavente, posterior al Consejo Municipal, se refirió a la situación: “Queremos que Ñublense juegue aquí, para eso contratamos una empresa para el pasto, para generar un corte necesario, se le está haciendo una mantención y re sembrado, también hemos visto el tema de la iluminación, con lo cual cumplimos de perfecta manera para un partido de nivel internacional. Debemos mejorar la amplificación y también mejorar la conexión de electricidad, ya conversamos con la CGE, para que no suframos cortes. Estamos trabajando con muchas fuerzas y estamos optimistas para que Ñublense pueda jugar la Copa Sudamericana en Chillán, en su casa.