Durante todo el año se han desplegado las cuadrillas de la Unidad de Poda Municipal, hoy viernes su intervención ha sido en calle Corregidor Alvarado y sus pasajes cercanos, cuadrante donde en esta oportunidad se efectuó la reposición de 17 árboles de bajo consumo hídrico, tales como Acer Japónicos, Maitenes, Crespones y Quillay. La instancia responde a la eliminación del mismo número de especies que debieron ser eliminadas en abril tras arrojar mal estado fitosanitario.
La Dirección de Medio Ambiente, Aseo y Ornato Municipal, durante el primer semestre de este año, ha plantado un total de 1.042 árboles de diversas especies de bajo consumo hídrico en distintos puntos de la comuna, contemplando para el segundo semestre más de 200 ejemplares que se suman al total de la meta anual.
Asimismo, un total de 317 especies han debido ser eliminadas principalmente por motivos de seguridad, con resultados obtenidos con taladro de incremento Haglöf, el cual detecta principalmente la madera en descomposición, pudrición, entre otros diagnósticos como hongos y sequedad.
En este contexto, Ricardo Montolivo, director de Medio Ambiente, Aseo y Ornato, indicó que la iniciativa obedece a una constante preocupación por mantener la infraestructura verde de la ciudad, donde se han realizado más de 5.000 intervenciones, desde el inicio del año a la fecha, a través de los operativos de podas de seguridad y sectoriales.
“Desarrollamos un plan de arborización permanente que apunta a dar respuesta a iniciativas del Pladeco Comunal, arborizando y reemplazando especies que previamente han debido eliminadas, dejando la información en la página municipal donde puede ser visualizada por la comunidad. Dentro de las próximas intervenciones de la unidad, se proyecta un trabajo de podas sectoriales en Población Mardones a mediados de octubre”, apuntó.
Cabe destacar que el municipio ha destinado anualmente recursos para que tanto el personal de la Unidad de Poda, como los profesionales del área, sean capacitados constantemente, con el fin de acercarse a las políticas públicas profesionalizando la labor, tanto en el diseño, como en los criterios de plantación que permitan asegurar la protección de los ecosistemas naturales.