Cerca de un 40% menos de líneas que conforman el total del cableado público es lo que la Municipalidad de Chillán espera ver desaparecer desde el centro de la comuna, en un plazo de cuatro años, luego que este miércoles arrancara el proceso de retiro del llamado “escombro aéreo”, con la participación de las primeras dos de las seis empresas convocadas por el municipio, conforme a la nueva normativa vigente desde octubre de 2024.
Se trata de las empresas Telsur y Móvistar, las que llevan años sin prestar servicios en la capital regional por lo que su tendido de fibra óptica no presta utilidad.
Este primer proceso, que consta de una carta Gant de tres tramos, incluye a la calle 18 de Septiembre, entre Collín y Ecuador, lo que podría tardar a lo menos 90 días.
“Esta ordenanza apunta no sólo a resolver este problema por un tema visual, sino también por factores de seguridad y en esta etapa lo que esperamos es sacar alrededor de mil kilómetros de cable que por año sólo han significado un factor de contaminación”, explicó el alcalde Camilo Benavente.
Las labores de retiro quedó en manos de personal municipal, luego que las empresas convocadas certificaran que se trataba de material de su propiedad.
Conforme a lo explicado por Omar Plaza, encargado eléctrico de la Municipalidad de Chillán, esta iniciativa parte por “una fiscalización a cargo del municipio para poder determinar a qué empresas pertenece el cableado que hoy es parte del escombro para que sean ellos quienes los retiren. Los cables de emergencia, es decir, los que se encuentren colgando en el suelo o enrollados, los retiraremos nosotros, al igual que todo el material que no logre ser identificado o asociado a alguna empresa”.
De acuerdo a la planificación, las faenas de despeje comenzarán por el casco comercial de Chillán, considerando que es el área más transitada de la ciudad, la que concentra la mayor cantidad de puntos de interés turísticos, como de zonas patrimoniales y de resguardo.
“Los otros cuadrantes también serán objeto de estos retiros de cables en una segunda etapa”, anticipó el alcalde.
Costos y multas
Una de las comunas del país que generó particular atención mediática por su ordenanza al respecto del cableado basura fue la de La Reina, en la Región Metropolitana, en especial, debido a que se establecían fuertes multas en contra de las empresas que hagan caso omiso de los retiros mandatados por el respectivo municipio.
Multas que de hecho, se cobraron, superando los $30 millones.
En Chillán, el primer borrador de la ordenanza, impulsada principalmente por el exconcejal Ricardo Valdebenito, apuntaba a una fórmula cohercitiva de multas, lo que con posterioridad fue eliminado, para reemplazarla por otra estrategia.
“Se decidió que será con personal municipal que se descuelguen estos cables de las empresas que incurran en desacato y luego se le harán los respectivos cobros, pudiendo incluso judicializarse”, explicaron en el municipio chillanejo.
De todas formas, no se avizoran desacatos por parte de las empresas apercibidas.
Respecto a los costos del retiro de este material, Rodrigo Segura, gerente zonal GTD Telsur para la región de Ñuble, explica que “es en efecto, bastante costoso, y si bien no podría precisar un monto específico, sí le puedo comentar que en ocasiones puede ser más caro perder ese cableado, o incluso pagar las multas, que trabajar en su retiro. Al menos, nosotros en GTD Telsur, acudimos de inmediato al llamado que nos hizo el alcalde, para comenzar ya con este trabajo”.
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