El pasado martes la Municipalidad de Chillán subió al portal Mercado Público las nuevas bases para la licitación de la mantención de las áreas verdes de la capital regional, que contempla recursos cercanos a los $135 millones (más Iva) mensuales para la empresa que se la adjudique.
Así lo confirmó a La Discusión el administrador municipal, Richard Guzmán, quien explicó: “estamos muy contentos, porque culminamos un trabajo que realizamos arduamente, la base de esta licitación que ya está publicada, y esto nos permitirá volver a externalizar este servicio, como siempre fue”.
Tras las últimas evaluaciones realizadas por personal municipal, se ha podido acreditar que la mayoría de las áreas verdes, plazas y plazoletas de la comuna se encuentran descuidadas, con mucha presencia de basura, pasto y arbustos secos, “y en síntesis, hablamos de un estado general deficiente de estas áreas”, califica el administrador.
El catastro realizado definió además que la empresa deberá encargarse de alrededor de 422 mil metros cuadrados de áreas verdes en la ciudad.
“Por el monto que contempla esta licitación, desde que se publicó en el portal, pasando por los plazos para hacer consultas y resolver dudas que tengan las empresas interesadas, son mínimo 30 días, por lo que de aquí a un mes más, deberíamos tener novedades”, anticipó.
Camilo Benavente, en tanto, alcalde de la capital regional confirmó que la meta que se autoimpuso el equipo municipal es volver a contar con una empresa de mantenimiento para el próximo 15 de diciembre de este año.
“Esto para nosotros era demasiado importante, porque hay que entender que hace cerca de tres años que nuestras áreas verdes estaban prácticamente abandonadas, es decir teníamos casi 400 mil metros cuadrados perdidos”.
Conforme a las informaciones que maneja el jefe comunal, ya hay preguntas de diversas empresas en el buzón del portal Mercado Público.
“De esa manera avizoramos que hay un interés en nuestra oferta y estamos esperanzados de que todo prospere pese a la volatilidad y lo líquida de la situación comercial que atraviesa el país, debido a la variabilidad de los precios de insumos y de la mano de obra en general”, comentó.
Proyectos conjuntos
Como es de esperar, una vez que las plazoletas, especialmente aquellas ubicadas en las diversas villas de los cuatro puntos cardinales de la ciudad, se empiezan a estropear por falta de mantención, paulatinamente se han ido transformando en focos de incivilidades y como depósitos de basura.
Por esta razón, en el municipio, junto con retomar la externalización de la mantención de las áreas verdes, se trabajó en un proyecto para recuperar estos espacios comunes y volver a otorgarles su categoría de espacios de encuentros y esparcimiento.
Richard Guzmán especifica que se trata de un proyecto paralelo y que está “orientado a eliminar los microbasurales que se han generado en algunos de estos, lugares, lo que se realizará con una cuadrilla que se pueda llevar la basura o los escombros que muchas veces los vecinos dejan en ciertas partes no autorizadas”.
Este plan se encuentra siendo perfilado en conjunto con una organización (cuyo nombre se mantiene en reserva porque aún están en una etapa de elaboración del plan de trabajo), pero se trataría de una organización de jóvenes que trabajan en el ámbito cultural, “y con quienes tenemos como objetivos limpiar los sitios eriazos, eliminar los microbasurales, pero además recuperar estos espacios públicos con manifestaciones artísticas, con murales y equiparlas con iluminación” detalló.
Como soporte de este proyecto y para intentar hacerlos duraderos, se acompañará la iniciativa con una campaña comunicacional enfocada a los vecinos, para que colaboren con el cuidado y mantención de estos espacios.
Todo esto es parte de lo que contempla el plan de recuperación de áreas verdes proyectadas para el año 2022, y que incluiría la recuperación de elementos patrimoniales ubicados en sectores públicos de alta concurrencia
La experiencia OHL
De esta manera, la municipalidad estaría cerrando uno de los capítulos más oscuros en materia de concesiones, ya que la empresa que desde 2018 a 2020 fue contratada para estos fines tuvo un actuar que generó críticas de manera transversal y que además fue foco de hechos tan polémicos como el no cobro de multas por sobre los $242 mil millones, las que no fueron cobradas por la administración municipal saliente.
Lo anterior generó un sumario por parte del a Contraloría General de la República para determinar las responsabilidades al interior de la municipalidad.
Dentro de los principales incumplimientos acreditados por la Contraloría se encuentra la implementación del riego tecnificado en las principales avenidas de la comuna de Chillán. Esta falta, según las bases administrativas del contrato, era causal para terminar anticipadamente el contrato.
Junto a lo anterior, la Contraloría también acreditó que la municipalidad realizó pagos “improcedentes” a la empresa por servicios que no fueron realizados. “Se verificó que las áreas concesionadas (…), fueron intervenidas por (otros) proyectos municipales en (otros) períodos por los cuales la empresa contratista no efectuó su mantención”, señalaba el texto.
Pese a lo anterior, la sede edilicia de la capital regional canceló “íntegramente por la totalidad de metros cuadrados contemplados en el contrato original, sin efectuar los descuentos por dichas áreas”, consigna el informe.
En este ítem, según el organismo fiscalizador, el monto que pagó el municipio, a agosto de 2020, fue de $43.910.967 millones.
