Un total rechazo despertó entre las autoridades regionales y, en especial en las de Bulnes, la venta de cerca de 78 parcelas de 5 mil metros cuadrados en terrenos donde se encuentra el humedal de la laguna Santa Elena, para un proyecto habitacional.
Lo anterior, debido a que se trata de un lugar, que tras diversas gestiones, está próximo a ser declarado santuario de la naturaleza.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]
Una de las primeras reacciones la concretó la propia Municipalidad de Bulnes, la que representada por su alcalde, Guillermo Yeber, la concejala Mireya Lorca y vecinos del sector, entregaron antecedentes a la Superintendencia de Medio Ambiente para que se investigue la factibilidad legal de la realización de este proyecto.
Conforme a la carpeta confeccionada por el municipio, la acción iría en contra de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, debido a la amenaza ambiental a la que sometería la instalación.
Según la publicad del proyecto Hacienda Lillén, ya se ha vendido aproximadamente más del 60% de los sitios.
El alcalde dijo: “hemos querido recurrir a la Superintendencia de Medio Ambiente con los debidos antecedentes para que investigue el eventual daño ambiental por la proliferación de estos núcleos habitacionales en predios de destino agrícola y de carácter rural”.
De igual forma el alcalde solicitó a las autoridades nacionales reformar la legislación sobre esta materia: “Es fundamental debatir este tipo de problemas, el cual sin lugar a dudas está trayendo una complicación en materia de planificación rural. Es por eso que reiteramos a las autoridades analizar esta situación y no pretender traer la ciudad al campo, siendo imperioso modificar el Decreto 3.516.
Inminente daño ambiental
El seremi de Bienes Nacionales, Cristian Ortiz, calificó como “lamentable” esta situación y advirtió que “al ser una laguna que va a tener protección, los requisitos para loteos van a cambiar, van a ser distintos”.
Por lo tanto, llamó a quienes quieran comprar parcelas de 5 mil metros cuadrados” lo hagan en lugares en los que se pueda cohabitar con la naturaleza y así proteger lugares tan emblemáticos como esta laguna”.
El seremi añadió que “estos loteos, lo que van a significar más adelante, es la contaminación de las napas, de las aguas, debido a la cantidad de fosas sépticas, porque este tipo de loteos no cuentan con el saneamiento que se requiere para toda la cantidad de casas que se van a instalar en ese sector. Una cosa es lo que admita la legalidad, pero también tenemos que pensar en el daño que se hace al medio ambiente”.
Para explicar por qué se permitió esta venta de terrenos, el equipo jurídico municipal de Bulnes explicó que el decreto 3.516 de 1980, que permite la subdivisión de predios rústicos en un mínimo de 5000 m2, y el artículo 55 de la Ley General de Urbanismo y Construcción, autorizan instalar una vivienda de predios agrícolas.
“Además, conforme al art. 3 del DS Nº 40 del Ministerio de Medio Ambiente, solo aquellos proyectos que superan los 80 lotes deben someterse al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), lo que en la práctica ha determinado que muchos predios se subdividen en 79 o menos parcelas, como es este caso”, detallaron.
[/bg_collapse]