Saber que el exceso de mortalidad en 2020, esencialmente fue producido por el Covid19 deja de ser un referente estadístico para entender el impacto de la pandemia en su cara más dramática.
En Chile, como en todo el mundo, es imposible identificar todas las personas contagiadas por covid-19. Los datos reportados son los casos detectados, pero no son la totalidad de las personas enfermas con el virus, además que aumentar el número de casos detectados es favorable a la hora de identificar los brotes y poder implementar medidas de aislamiento de una mejor forma.
Lo ideal sería, entonces, evidenciar un incremento en el número de casos detectados, pero sin que el número de muertes crezca de igual forma. Sin embargo, esa no es la realidad. Ni la nuestra, ni la de los otros países. 133 millones de personas se han contagiado con coronavirus en todo el mundo y casi 3 millones han muerto.
El covid-19 ha resultado ser más letal que la gripe estacional, aunque no tanto como el ébola y otras enfermedades infecciosas que han surgido en los últimos años. Sin embargo, está matando a más personas que las enfermedades más letales y esto se debe a que es más contagioso.
El exceso de mortalidad significa que el número de fallecimientos sobrepasa lo normal proyectado para un año, como consecuencia de algún evento singular, en este caso la pandemia del covid-19.
Según el Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del Ministerio de Salud, la cifra de muertos por covid-19 en 2020 es 16.821. Sin embargo, hay quienes piensan que sería mayor, y utilizando datos del mismo MINSAL, han demostrado que la cifra real bordea los 24 mil fallecidos.
Por otra parte, es bien conocido que esta pandemia afectó más letalmente a las personas mayores, que representan en Chile el 16% del total poblacional. En 2020, el 85% de los fallecimientos fue de adultos mayores: un 50% en personas de la tercera edad (60-79 años) y un 35% en personas de la cuarta edad (80 y más años). En términos globales de los fallecidos por Covid-19, el 58% son hombres y el 42% son mujeres, y desde el Ñuble al sur hubo entre 2,8 y 8,6 más fallecidos por covid-19 en total en el segundo semestre que los seis meses iniciales.
Todos estos datos dan cuenta del impacto de esta enfermedad, que a la fecha en Chile ha cobrado 30 mil vidas, el mismo número de personas que murieron por enfermedades del sistema respiratorio durante los últimos tres años.
Según los expertos, el comportamiento de la pandemia nos puede llevar a una mortalidad aún mayor en 2021. De hecho, el verano del 2021 se registró la mortalidad más alta del país en 46 años.
La intención no es atemorizar ni mucho menos, pero sí es un llamado a ser responsable con uno mismo y con los demás. Es una invitación a seguir las recomendaciones, a no menospreciar el esfuerzo de las autoridades, a no cifrar todas las esperanzas en la vacuna, a adaptarse a la vida bajo pandemia, a tener más autocuidado y una mayor disciplina social.