Señor Director:
El pasado miércoles 20 de julio recibimos la terrible noticia del fallecimiento de nuestro familiar, Sebastián Andrés Méndez Castro (Q.E.P.D.) de 32 años, trabajador de la empresa Consorcio Ossa Pizzarotti, de la Vicepresidencia de Proyectos para Chuquicamata Subterránea, hecho que fue noticia en todos los medios y que incluso fue sentidamente recordado en un partido de fútbol nacional.
Como familia estamos devastados por la pérdida de un joven que tenía toda la vida por delante, pero más dolidos estamos por las mínimas reacciones de la empresa responsable, que sólo ‘lamenta’ lo ocurrido y elucubra soluciones después de la desgracia. Cuando sus padres viajaron dolientes a Calama reclamar el cadáver desde Linares, los recibió un tímido jefe de menor grado y ningún jefe o autoridad verdaderamente importante frente a una noticia que salía en todos los medios, ni siquiera para consolarles o dar explicaciones.
La empresa tiene mucho que explicar a nuestra familia y hasta la hora se muestra ausente, creyendo que pagando una sepultura ha cumplido. Las circunstancias del accidente, según colegas de nuestro familiar, dan muchísimo que dudar sobre el modo de distribuir a trabajadores y condiciones de trabajo seguro. Nuestro familiar no es un frío número de accidentes diarios, y estamos devastados. Solicitamos a la empresa que responda y se haga cargo como es debido, no queremos que más madres reciban a sus hijos en ataúdes o que reciban lo que la empresa estime conveniente o se niegue a indemnizaciones.
Como académico universitario, que es mi especialidad, las Ues debieran reforzar los programas de carreras en minería, donde se formen líderes responsables y que trabajen en forma inteligente, segura, responsable sin poner vidas humanas en riesgo por cumplir lo ambiciosamente planificado para el turno. Esperamos que la empresa dé la cara con nosotros y otras familias que soliciten respuestas.
Eduardo Ramos Castro