Varios miles de manifestantes de movimientos sociales se movilizaron este miércoles en el centro de Buenos Aires para reclamar al gobierno liberal de Mauricio Macri que declare la emergencia alimentaria para hacer frente a la pobreza, en el marco de la crisis económica y la alta inflación que sufre el país.
Los manifestantes cortaron el tránsito en la avenida 9 de julio frente al ministerio de Desarrollo Social, para pedir mayor cantidad de alimentos para los comedores comunitarios que se lamentan por no poder dar abasto a la demanda creciente.
La Iglesia Católica, la Defensoría del Pueblo y partidos de la oposición también reclaman que se declare la emergencia alimentaria pero el gobierno de Macri se niega a hacerlo porque ya está reforzando la ayuda a comedores comunitarios.
“Día a día se incrementa por cientos la gente que llega a los comedores. El hambre no puede esperar, el que tiene que esperar es el FMI”, dijo a la AFP la dirigente de izquierda Myriam Bregman.
En 2018, tras una corrida cambiaria, el gobierno de Macri acudió en busca de ayuda financiera al Fondo Monetario Internacional que le otorgó a Argentina un préstamo por unos 57.100 millones de dólares a cambio de un programa de fuerte ajuste fiscal.
El 32% de los argentinos es pobre, mientras que en la superpoblada periferia de Buenos Aires, la pobreza afecta al 46,8% de los menores de 14 años, según datos oficiales. El desempleo alcanzó 10,1% en junio.
Se estima que estos índices mostrarán un incremento en el marco de la recesión, la fuerte depreciación del peso y la inflación, una de las más altas del mundo.
El alza del costo de vida fue de 25% entre enero y julio, y se estima que llegará a 55% en el año.