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El Ministerio de Obras Públicas activó el miércoles el cobro de la póliza de garantía del contrato de concesión del embalse La Punilla, que involucra cerca de 400 mil UF (US$16 millones aproximadamente), debido al incumplimiento de la concesionaria Aguas de Punilla, filial de Astaldi, de enterar un capital mínimo de $40 mil millones.
Está decisión abre la puerta a un eventual término anticipado del contrato si Astaldi no cubre la diferencia en el corto plazo, según manifestó el ministro Alfredo Moreno a El Mercurio.
El secretario de Estado rompió el silencio y afirmó que “el contrato de concesión de La Punilla establecía para el día 12 de agosto que la concesionaria debía enterar un capital mínimo de $40 mil millones. De éste, había completado del orden de $14 mil millones y faltaba la diferencia, cuestión que no se produjo. Por lo tanto, nosotros naturalmente debemos activar lo que establece el contrato y para eso hemos solicitado la activación de la póliza de garantía que tiene el contrato, de manera de cautelar los intereses y los derechos del Estado”.
Respecto de los efectos de la medida en la continuidad de Astaldi, Moreno indicó que “son elementos que corren a continuación. Si la compañía no cumple, naturalmente el contrato establece que se puede pedir la caducidad”.
Según el ministro, la empresa “puede intentar reparar lo que no hizo”, dejando abierta la opción de que Astaldi continúe a cargo de la obra.
“Hoy lo que tenemos que hacer es lo que tenemos al frente. Hay un inclumplimiento del contrato y nosotros inmediatamente estamos solicitando que el contrato se cumpla. Como eso no ha sucedido, estamos usando la póliza de garantía”, explicó.
Conviene mencionar, sin embargo, que esta solicitud se activó al tercer día luego del pago de Astaldi, tras conversaciones entre las partes, donde la empresa argumentó problemas por el alto nivel de gastos de los últimos meses.
Moreno enfatizó que “Punilla es un contrato muy importante, por eso nosotros seguimos trabajando en ese embalse. Se ha estado desarrollando la ingeniería (por parte de Astaldi), pusimos recién a la persona a cargo de esto que ya está viviendo en Chillán desde hace pocos días”, una decisión que se tomó tres años después de iniciado el contrato de concesión porque la Junta de vigilancia del río Ñuble se lo solicitó al titular del MOP en una reciente reunión sostenida con sus dirigentes, encabezados por su presidente, Margarita Letelier.
Fin al contrato
La dirigente de los regantes calificó como un hecho positivo que el MOP haya hecho efectiva la garantía y expresó su esperanza de que esto constituya el primer paso para poner fin anticipado al contrato.
“Yo creo que se están sincerando las cartas, lo que es bueno”, dijo Letelier, en alusión a la incertidumbre generada en la zona por los tres días de silencio del MOP, “y ahora esperamos que el Presidente de la República anuncie que el embalse se construirá a través del DL 1123 de grandes obras de riego (financiamiento fiscal)”, aseveró la dirigente, quien reconoció que a estas alturas del proceso ya no espera que Astaldi cumpla con sus compromisos.
Respecto de una eventual dilatación del inicio de obras ante una nueva licitación, planteó que los regantes están dispuestos a esperar el tiempo necesario con tal de tener la certeza de que la obra se concrete. “Hemos esperado 90 años, por lo que podemos esperar uno o dos años más”, considerando las opciones de una nueva concesionaria o de un contrato de construcción.
Modelo “fracasado”
El diputado Frank Sauerbaum recordó que hace un año y medio advirtió esta situación y manifestó que lo ocurrido con Astaldi es una confirmación de que el modelo de negocios y de financiamiento utilizado para La Punilla “está fracasado”.
“Lo que ha sucedido con Astaldi es una situación que era bastante previsible, analizando su situación financiera y el poco interés que ha mostrado en llevar adelante este proyecto, nosotros le pedimos al Gobierno que actúe con la mayor rigurosidad, apegándose estrictamente a lo que dice el contrato y dándole término a la brevedad posible si es que ya Astaldi no tiene intenciones de llevar adelante el proyecto”
“Lamentablemente, el tema jurídico pudiera dilatar el término del contrato y la nueva licitación o la nueva definición de cómo se va a construir este proyecto. A mí lo que más me preocupa es que aquí hay detrás un modelo de negocio que fracasó, que es un modelo basado en la generación eléctrica (La Punilla se proyectó como un embalse multipropósito), hoy con los bajos precios de la electricidad, que bordean los US$42 por megawatt (precio nudo), no hay empresas que estén interesadas en llevar adelante un proyecto de este tipo que requiere una inversión millonaria; por lo tanto, el Estado va a tener que buscar la forma de llevar adelante proyectos que son muy necesarios para el país y buscar alternativas de financiamiento distintas a las que se había planteado (concesión)”.