En calle Luis Araneda, frente a Conde Del Maule, se encuentra el Monasterio de Las Sacramentinas en Chillán Viejo. Se trata del único monasterio contemplativo de la Diócesis de Chillán, perteneciente a las Religiosas Adoratrices Perpetuas del Santísimo Sacramento. Y en la comuna histórica, el lugar está declarado como inmueble de conservación histórica.
Las religiosas se definen en sus redes sociales como “monjas de vida monástica eucarística, contemplativas, dedicadas a la adoración del santísimo sacramento. Estamos llamadas a vivir y considerar el misterio eucarístico en su totalidad y unidad, siendo misioneras y apóstoles de la eucaristía hasta los confines del mundo. Vivimos en oración, silencio y trabajo, siguiendo a Cristo casto, obediente y pobre en la inmolación de cada día por la conversión de todos los hombres y la salvación de su alma”.
La Orden de las Adoratrices Perpetuas del Santísimo Sacramento (Ordinis Adoratrices Perpetuae Sanctissimi Sacramenti en latín) es una orden religiosa católica femenina monacal de derecho pontificio, fundada por la religiosa italiana María Magdalena de la Encarnación. Las religiosas de la orden son conocidas popularmente como sacramentinas y cada monasterio es independiente.
Siguen la Regla de San Agustín y la administración es descentralizada, es decir, cada monasterio es independiente. Para unir esfuerzos se ha creado la Federación Italiana de Monjas Sancramentinas (comprendiendo los de Austria, España y Kenia), conservando la autonomía monástica. Los monasterios presentes en América, como el de Chillán Viejo, se mantienen fuera de la federación. Se han levantado siempre al interior de las ciudades y no a las afueras como era la costumbre de las órdenes monásticas. La razón es que la fundadora pretendía con ello la santificación de los centros urbanos.
Las monjas se dedican a la adoración perpetua del Santísimo Sacramento siempre expuesto en el altar. Portan un hábito que se conforma de una túnica blanca con escapulario rojo y velo negro.
En 2015, la Orden contaba con unas 853 monjas y 60 monasterios, presentes en Austria, Chile, España, Estados Unidos, Italia, Kenia y México.