Señor Director:
El Servicio Electoral nació en marzo de 1925, en momentos en donde el voto no era universal (las mujeres votaron por primera vez en 1934 en la elección de regidores), y en donde además existían serios vicios y hechos de corrupción vinculados a las elecciones.
En las últimas décadas, el Servel no sólo debió rehabilitar las prácticas democráticas interrumpidas en 1973, también debió modernizar su labor, lo que, entre otros aspectos, nos permite conocer con transparencia los resultados de las elecciones pocas horas después de cerrar las mesas. Lo llamativo y grave de la situación de Diego Ancalao, el ex candidato de la Lista del Pueblo, es que resucita prácticas que se pensaban muertas y enterradas. En ese contexto, resulta relevante reforzar el trabajo de fiscalización y no confundir las atribuciones de gestión (de Servel) con las de justicia electoral (que realizan tribunales y el Tricel). No podemos darnos el lujo de perder la confianza y credibilidad de nuestro sistema electoral.
Fernando Peña Rivera
Académico Escuela Gobierno USS