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Señor Director:
Chile ha hecho esfuerzos relevantes para acelerar la transición energética, pero sigue al debe con una medida clave:
la implementación de los medidores inteligentes.
Estos dispositivos -a diferencia de los medidores actuales- miden el consumo energético de los clientes residenciales
en tiempo real y permiten conocer la distribución detallada de su consumo horario. Así, las distribuidoras podrían
establecer tarifas diferenciadas por hora y los usuarios que puedan gestionar sus hábitos de consumo, acceder a tarifas
más económicas y generar un impacto en eficiencia energética.
El último intento de modernizar el sistema de distribución eléctrica con medidores inteligentes fue en 2018, pero su
implementación fracasó. Mientras tanto, países cómo México, Perú y Brasil nos dejaron atrás, con amplios programas
de despliegue en plena ejecución.
Los desafíos de una transición energética exitosa son muchos y no podemos seguir dejando pasar oportunidades que
están al alcance de nuestra mano. Los beneficios de contar con un sistema eléctrico menos saturado y la posibilidad de
que los clientes generen ahorros con una mejor gestión de demanda residencial son muy relevantes, más aún cuando
el sector pasa por momentos complicados en variados frentes.
Luigi Sciaccaluga
Gerente de Desarrollo y Nuevos Negocios de Plataforma Energía