Señor Director:
El regreso a nuestros lugares físicos de trabajo es una realidad, gracias a la vacunación y las nuevas medidas del paso a paso cada vez son más las empresas que se preparan para volver a trabajar de manera presencial o híbrida, si es que aún no lo han hecho.
Luego de haber estado más de un año trabajando desde la casa, ¿Están preparadas las personas para volver al trabajo presencial? Es casi imposible no pensar en los riesgos asociados, sin embargo, el trabajo presencial híbrido parece una opción beneficiosa.
Tal como en su minuto el término teletrabajo sonaba como algo nuevo y hasta innovador, por estos días se ha instalado un nuevo concepto; “el modelo de trabajo híbrido”, esta opción viene siendo la nueva tendencia del mundo laboral, que incorpora lo mejor de los dos mundos; el trabajo remoto y presencial.
Los beneficios de esta modalidad es la flexibilidad y facilitación del contacto en el espacio físico, algo que se ha perdido en la pandemia, y que hace falta, el ser humano necesita de la interacción con su entorno los expertos señalan que esto favorece al trabajo en equipo.
Junto a lo anterior trabajar en un espacio físico permite el llamado “efecto terapéutico de cerrar la puerta”, que implica alejarse física y psicológicamente del entorno laboral y poder hacer un quiebre en la rutina, algo esencial para poder crear rutinas de conexión y desconexión y lograr un trabajo productivo.
Según estadísticas entregadas por la ONU el 27% de los trabajadores de países con altos ingresos podrían trabajar sin inconvenientes desde sus casas. Sin embargo la idea sobre el fin del trabajo de oficina puede sonar algo exagerado, y por ende, el desafío para el retorno a la presencialidad estará determinado por la firme decisión de adaptar las prácticas de trabajo a entornos.
Soledad Camus
Socia y CEO LLYC Chile