Señor Director:
La estrategia nacional de Hidrógeno Verde (H2V) pone el foco principal en la atracción de inversiones y la explotación de los recursos renovables del país. Con ello, Chile está apostando a la transferencia tecnológica que permita hacer uso de tecnologías desarrolladas en otras latitudes, sin ser un líder real de la industria, para sustentar el desarrollo de la nueva economía del hidrógeno.
Bajo estas condiciones, Chile seguirá el modelo extractivista ampliamente usado en la explotación de nuestros metales base (industria del cobre). Por ello, para ser un actor clave en la economía del H2V, es necesario diseñar e implementar políticas públicas apropiadas que -basadas en ciencia- favorezcan la innovación y el emprendimiento de base científico tecnológico. En las décadas pasadas, hemos contado con súper ciclos de precios del cobre, molibdeno, renio y otros metales. Sin embargo, a partir de estos recursos, no se ha tenido la claridad y eficacia para desarrollar otros sectores productivos.
Hoy, se cuenta con una oportunidad histórica, para sustentar nuestra economía en una fuente renovable, limpia y amigable con la sociedad y el medioambiente, pues el sol y el viento disponibles en nuestro país permitirán la producción de H2V y sus derivados. Para ello, se requiere un acuerdo país, con políticas de Estado que orienten el camino hacia el año 2050, 2100 y más allá. La decisión es hoy, más ciencia para una sociedad con mejor futuro, avanzando en un país que puede ser clave en los procesos de descarbonización y control de la crisis climática.
Dr. Lorenzo Reyes-Bozo