Recuperar los espacios públicos utilizados como campamentos para el uso de la comunidad, es la estrategia que el Ministerio de Vivienda planea para los asentamientos que serán relocalizados una vez entregada la solución habitacional.
Así lo confirmó Carlos Urrestarazu, seremi de Vivienda de Ñuble, quien detalló que “una vez cerrado el campamento, el Minvu comienza a trabajar en la recuperación del terreno donde se emplaza el asentamiento irregular”, dijo.
Espacios públicos
“En el contexto del Programa de Campamentos del Minvu, la seremi suscribió un convenio de transferencia de recursos con el municipio de Chillán para financiar el diseño del proyecto de recuperación del territorio ocupado por el campamento Víctor Jara”, indicó.
La estrategia supone primero el diseño, con un monto de $15 millones, lo que permitirá a la Municipalidad consolidar el terreno donde se emplazaba el campamento “Víctor Jara” como un sector de equipamiento y áreas verdes, formando al mismo tiempo un espacio urbano seguro y de valor para la comunidad”, sostuvo.
Luego que el diseño esté definido, el Minvu dispondrá de los recursos para la ejecución de las obras.
Cierre de campamentos
De trece asentamientos en Chillán, ocho ya se encuentran cerrados y los otros cinco están en etapa de cierre: Línea Férrea Confluencia, donde 39 familias serán relocalizadas y el terreno será recuperado; Los Corregidores, con 15 familias que serán relocalizadas y el terreno también será recuperado; Los Montes de Quinquehua, cuyas 57 familias serán radicadas en el lugar, para lo cual el Minvu gestiona la adquisición del terreno; Oro Verde, con 22 familias que serán relocalizadas y el terreno será recuperado; y Los Eucaliptus, donde 11 familias recibirán la asignación de subsidios de vivienda construida y el terreno será recuperado.
Para Daniela Figueroa, del campamento Oro Verde, es el final feliz con la casa propia. “Ahora nos vamos a las viviendas transitorias, que están al lado de donde construirán nuestras casas”, señaló. “Estamos contentos, porque además,la empresa ofrecerá trabajo para la construcción de nuestras casas”, contó, “a todos nos gusta la idea, aquí somos cuatro, dos grandes y dos niños, de aquí a fin de mes estaremos en nuestra vivienda transitoria y en un año en nuestra casa propia”, afirmó.
Asimismo, Patricio Arias, quien hoy vive en su casa propia en Rucapequén, relató su experiencia: “yo viví 11 años en situación de campamento; una vez que llegó el catastro del Serviu, con nuestro grupo en calidad de campamento,comenzamos el proceso, que nos costó bastante, nos costó conseguir los terrenos, nuestros subsidios se otorgaron muy rápido”, admitió.
“Fuimos 15 familias, el loteo que se nos otorgó dio para 17 familias, lo que nos permitió agregar a dos familias más que estaban en la misma situación, pero no estaban catastradas, y el 22 de diciembre de 2018 recibimos nuestras casas”, recordó emocionado.
Arias explicó que “hoy se convive mucho mejor, tener suficiente espacio, contar con las facilidades como el baño dentro de la casa o el lavaplatos, hace que uno ande de mejor humor, es el resultado de tener una vivienda y vivir en una comunidad con mejor calidad de vida”, resumió.