La Secretaría Regional Ministerial de Vivienda y la empresa consultora Urbe, que diseñó el Plan Regulador Chillán y Chillán Viejo (Prich), junto a municipios y la comunidad a través de talleres participativos, analizarán las recomendaciones emanadas desde la Municipalidad de Chillán, que buscan incrementar la tasa de densificación en el damero central.
El proceso que comenzó en agosto de 2017, cuando fue contratada la empresa externa, parece que estar lejos de concluir, pues durante los meses de marzo y abril las partes debieran analizar las observaciones que hayan emitido instituciones públicas, privadas y particulares.
Durante la jornada de mañana de se espera que el Concejo Municipal de Chillán analice en profundidad los alcances de las modificaciones que la oficina de Asesoría Urbana de Secpla propone al Prich, las que deberán ser confirmadas en sesión extraordinaria establecida para mañana 5 de marzo.
El seremi de Vivienda, Carlos Urrestarazu, planteó que por el momento no están en condiciones de responder las consultas individuales de cada una de las entidades que realizan observaciones, sino que lo harán de manera sistematizada una vez que concluya el proceso de entrega de informes.
La autoridad destacó que además de organismos locales, podrán ingresar modificaciones al Plan Intercomunal las nueve comunas de la Región de Ñuble que colindan con el territorio en estudio.
Carlos Urrestarazu indicó que dependiendo de la cantidad y complejidad de los planteamientos que lleguen, entre marzo y abril evaluarán los informes y evacuarán las respuestas correspondientes.
Densificación
La propuesta del Prich, parece ser diferente de lo que la Municipalidad de Chillán pretende para el desarrollo de la ciudad en lo que se refiere a la densificación del damero central, que la empresa Urbe proyecta en 500 habitantes por hectárea.
Según la propuesta de la consultora, “se estaría permitiendo edificios de hasta tres pisos, lo cual no tiene ninguna concordancia con lo que se requiere para desarrollar el sector céntrico de Chillán”, se indica en el informe municipal.
Respecto del tema, el arquitecto Claudio Martínez Cerda planteó que la densificación propuesta de 500 habitantes por hectárea debe ser analizada de manera más detallada y no tan genérica. Además, remarca que esa cantidad puede ser razonable para Chillán Viejo, pero no para la capital regional.
Pese a esta idea de aumentar la densificación, el arquitecto tiene diferencias marcadas con el municipio chillanejo, pues esta entidad promueve una gran densificación central y por lo que se ha conocido hasta ahora, edificios de menor envergadura hacia la periferia.
Martínez sugiere una “pirámide invertida, que consiste en construir edificios de baja altura en el centro histórico y mayor densificación hacia la periferia”.
El profesional, subrayó que “lo que el municipio quiere en el centro es altura ilimitada, que es lo que hay actualmente, pero nosotros proponemos un plan regulador escalonado, de baja altura en el centro, mediana altura hacia los bordes de las cuatro avenidas y luego podría densificar la periferia”.
Las alturas en el centro de la ciudad, recalca el arquitecto, no podrían ser mayores que la Catedral de Chillán en la zona más central, mientras que en el perímetro de las cuatro plazas serían más elevadas.
Límite urbano
Otra diferencia entre la municipalidad y la empresa consultora se relaciona con el límite que debiera tener la ciudad en el futuro en el acceso norte, que inicialmente iba a abarcar más terrenos para el crecimiento de la urbe, para dar forma a un modelo de “Puertas” en los ingresos a Chillán y Chillán Viejo.
La municipalidad propone en este caso, delimitar un perímetro entre la extensión de la Avenida Paul Harris hasta el río Cato por el poniente, ese mismo curso fluvial por el norte, camino a Cato por el oriente y la ruta N-425 por el sur.
Esta enmienda se sugiere “para efecto de potenciar realmente el desarrollo de un subcentro para la intercomuna que permita el desarrollo de equipamiento, servicios y a futuro el destino residencial”.
El destino de estas observaciones y otras que surgirán en lo que queda del proceso de participación, se conocerá una vez que concluya el análisis del Minvu, la consultora y eventualmente la Seremi de Medio Ambiente.