El ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, informó que hoy se publicó en el Diario Oficial el llamado a licitación internacional para concesionar nuevamente la construcción y operación del proyecto Embalse Nueva La Punilla, por un plazo de 40 años, lo que permitirá continuar con el proyecto que fue adjudicado por primera vez en marzo de 2016 a la empresa Astaldi, y cuyo contrato de concesión finalizó de manera anticipada de común acuerdo en octubre de este año.
El secretario de Estado visitó Chillán, junto al subsecretario de Obras Públicas, Cristóbal Leturia, para dar a conocer la noticia a los regantes de la Junta de Vigilancia del río Ñuble, quienes serán los principales beneficiarios de la obra, cuya inversión se estima en US$369 millones, sin considerar la central hidroeléctrica, que es una obra voluntaria, pero pieza clave del modelo de negocio, cuya inversión alcanza los US$113 millones, es decir, el proyecto completo contempla US$482 millones en total.
El proyecto estará emplazado en la zona alta del río Ñuble, en las comunas de San Fabián y Coihueco. Tendrá una capacidad de almacenamiento total de 565 millones de metros cúbicos (volumen útil de 540 millones de m3) y permitirá asegurar y extender el riego de más de 67.000 hectáreas en las comunas de San Carlos, Coihueco, Chillán, Ñiquén, San Nicolás y potencialmente en San Fabián.
Adicionalmente, el embalse contará con una reserva prioritaria para el consumo humano de 4 millones de metros cúbicos (4 mil millones de litros de agua) y considera asegurar un caudal ecológico que oscilará entre 10 y 18 m3/s.
El ministro destacó que los plazos de esta licitación serán más breves que la primera, porque existe más certidumbre respecto del proyecto. “Es un proyecto bastante conocido, lo que se está relicitando es el mismo contrato, el mismo proyecto, es la misma ingeniería, sus aprobaciones ambientales están listas, tanto del embalse como de la línea de transmisión, hay una parte de la ingeniería que está hecha”, indicó.
De esta forma, la recepción de ofertas técnicas y económicas está prevista para el 17 de marzo de 2022, y la apertura de ofertas económicas, para el 31 de marzo de 2022. De acuerdo a esto, la obra debiera adjudicarse en mayo de 2022 e iniciar su construcción durante el primer trimestre de 2023, lo que podría generar 9.823 empleos en promedio durante los siete años que dure la construcción.
Moreno, recalcó la importancia que tiene el embalse Nueva La Punilla para la región del Ñuble, en especial en el contexto de crisis hídrica que vive el país: “En el contexto de cambio climático, de escasez hídrica, de una enorme sequía como la que estamos experimentando hace tantos años, se convierte en una necesidad imprescindible”, subrayó.
El ministro aseguró que “este embalse va a continuar desde el punto en el cual se encontraba, nada de lo que se ha avanzado hasta ahora se va a perder, tanto la resolución de calificación ambiental, como el proyecto de ingeniería se mantienen exactamente igual y partimos desde el punto en que está el proyecto hoy día”.
Mayor subsidio
Añadió que “se ha aumentado el subsidio, recordemos que el problema que tuvo la compañía Astaldi, entre otros, fue la caída en el precio de la electricidad; este proyecto tiene generación, aparte de riego, y la caída que ha tenido el precio de la electricidad en Chile, que hoy es un tercio de lo que había en su época, hacía inviable el proyecto, y por lo tanto, eso se ha compensado con un aumento muy sustantivo de los subsidios, de manera tal de hacerlo viable y que haya interesados”.
En esa línea, se mostró con positivas expectativas. “Creemos que va a haber interesados, hay muchas incertezas que están despejadas, además, es un proyecto de gran envergadura, solo comparable al puente sobre el canal de Chacao, donde el Estado ha aumentado sustantivamente el subsidio: tenía un subsidio de 6,3 millones de UF, y hoy tiene unos 10,5 millones de UF, y tiene además, una compensación por el valor residual importante, entonces, tiene un perfil económico y financiero interesante”, argumentó.
“De los ingresos totales, el subsidio corresponde aproximadamente al 60%, a lo cual se suma un nuevo elemento, que es un pago al final del contrato (de 40 años) por el valor residual de la obra, que son cerca de 500 mil UF más, que corresponde a un 5%, es decir, estamos hablando del orden del 65% de los ingresos corresponden a subsidios”, dijo Moreno, quien complementó que a eso se agrega el 30% por generación eléctrica y el 5% que aportarán los regantes.
Según destacó el titular de Obras Públicas, el embalse está centrado en beneficiar a los pequeños regantes, que son más de 4 mil, por lo que existirá un acceso preferente para derecho de uso del embalse a nuevos pequeños regantes.
Consultado por los temas pendientes en materia social, como la relocalización de las familias que viven en la zona de inundación, Moreno hizo hincapié en que la concesionaria tendrá la obligación de hacerse cargo del plan de desarrollo social y cumplir con todos los compromisos establecidos en la resolución de calificación ambiental.