Monumento Nacional, el inmueble de Copelec de Calle Maipón ha sido objeto de cientos de estudios, investigaciones y visitas de arquitectos de todo el mundo, maravillados por la clase magistral rendida por los autores del edificio, Jesús Bermejo, Juan Borchers e Isidro Suárez, en la década de los sesenta, cuando Chillán se perfilaba como una ciudad que se reconstruía con un sello moderno.
En la actualidad, el Edificio Copelec forma parte del selecto grupo de tres inmuebles nacionales considerados patrimonio de la arquitectura moderna en Chile, junto al Monasterio Benedictino y el Edificio de la Cepal. Todos estos elementos hicieron que a mediados de este año, el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, a través de Seremi de Ñuble y la Dirección Regional del Servicio Nacional de Patrimonio, solicitaran a Copelec un acuerdo para comprar o permutar el edificio para someterlo a una restauración que permita ser disfrutado por la comunidad.
Así lo explicó a La Discusión el director regional de Patrimonio, José Pedro Urzúa. “Lo que nos interesa es que el Edificio Copelec pueda ser restaurado y que pueda tener un programa que facilite la expresión de todos sus atributos y el libre acceso de los ciudadanos para disfrutar de este valioso patrimonio nacional”.
“Es por esto que durante el año sostuvimos con la Seremi de las Culturas y nuestra Dirección de Patrimonio, reuniones con el Directorio de Copelec para hacerles una propuesta”, agrega Urzúa. El proyecto consiste en la compra o permuta del edificio patrimonial para asegurar el resguardo y acceso de este inmueble. “Si esto lo hace un privado o el estado, ambas alternativas nos parecen adecuadas”, indica el director de Patrimonio.
“En el caso de nuestra propuesta, podemos garantizar que el edificio será restaurado con los más altos estándares que hay hoy en Chile y que su nuevo destino permitirá un uso intensivo por parte de la toda la comunidad. En lo concreto pensamos que podrían instalarse dependencias dedicadas al trabajo en cultura y el patrimonio de Ñuble, en un edificio contiguo al monumento. Y dejar este como un espacio público abierto, destinado a actividades culturales, que posiblemente además pudiera albergar una exposición permanente con foco en la arquitectura moderna de Ñuble y el país”, agrega José Pedro.
En tanto, la seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Scarlet Hidalgo comentó a La Discusión que “el Edificio Copelec es una de las infraestructuras de mayor interés para nosotros. Desde abril de este año comenzamos a realizar las gestiones pertinentes en conjunto con la Dirección de Patrimonio. Hemos sostenido cuatro reuniones con el Directorio de Copelec, hemos presentado propuestas, planos y hoy nos encontramos a la espera para saber si hay interés de parte de la Copelec para trabajar el edificio y entregarle el valor cultural que se merece. Queremos darle el espíritu cultural que necesita y merece ese espacio de categoría universal”.
Jesús Bermejo en Chile
Desde Copelec aún no hay una respuesta al requerimiento del Ministerio de las Culturas, lo que sí se sabe es que las instituciones se encuentran preparando una nueva visita del único arquitecto del proyecto que aún vive, Jesús Bermejo. El profesional viajaría desde España a Chile en enero del 2023 para visitar una vez más su obra.
Así lo hizo el 2013, cuando se mostró incluso dispuesto a liderar los trabajos de restauración, cuando se hablaba de la posibilidad de que el inmueble se convirtiera en un centro cultural. Según el propio Bermejo, al edificio le habría faltado completar un cinco por ciento en su construcción, trabajos que también estaba dispuesto a liderar y que consistían en la instalación de un espejo de agua que no se puso por falta de recursos.
De acuerdo al decreto número 2416 del 21 de julio de 2008, se reconoce su valor histórico porque “pertenece al Movimiento Moderno, al igual que otros edificios públicos reconstruidos luego del terremoto de 1939 en Chillán, como la Catedral y la Intendencia. Además, por las especiales características de esta obra arquitectónica se explica su creciente importancia, que se refleja en las opiniones de arquitectos nacionales e internacionales en numerosas investigaciones y en diversas publicaciones para ayudar a comprender el Movimiento Moderno en Chile”.