De cara a la compleja temporada 2024-25 que enfrentarán los productores nacionales de trigo, con mayores costos de producción, una industria concentrada y problemas de comercialización, el Ministerio de Agricultura inició un trabajo que busca alinear la oferta nacional de trigo con la demanda de la industria molinera, potenciando la competitividad del sector y promoviendo una transición hacia una agricultura de contrato que permita responder a las nuevas exigencias del mercado. Para ello, anunció una serie de acciones que se ejecutarán entre el sector público y privado.
“En el marco de la ejecución de la Estrategia de Soberanía para la Seguridad Alimentaria (…), y tal como comprometió el presidente Gabriel Boric en Enagro 2024, nuestro ministerio comenzó a desplegar un plan de acción temprana que demuestra nuestro compromiso con el fortalecimiento del sector triguero, respondiendo a sus necesidades inmediatas y construyendo una estrategia sólida para su sostenibilidad futura”, señaló la subsecretaria de Agricultura, Ignacia Fernández.
El plan de acción considera medidas a corto, mediano y largo plazo. Entre las inmediatas está la realización de talleres regionales impulsados por Odepa, que entregarán información clave sobre costos de producción y la importancia de la producción local en la molienda de trigo nacional. Según subrayaron, esta iniciativa busca generar mayor transparencia y potencialmente influir en la determinación de precios más justos por parte de la industria.
Por otra parte, el SAG comenzó en octubre una campaña de difusión sobre la Ley de Transacciones Comerciales en el sector triguero, que se extenderá hasta marzo de 2025. Se anunció, además, que, durante la cosecha, “se realizará difusión sobre informes de cosecha semanales y se reforzará la fiscalización en terreno, garantizando así el cumplimiento de las normativas y fortaleciendo la transparencia en las transacciones entre productores y molineros”.
“Si las condiciones del mercado lo ameritan, la empresa estatal Comercializadora de Trigo (Cotrisa), bajo mandato ministerial, podría activar un programa de compra focalizado en pequeños productores usuarios del Indap, asegurando precios justos y estabilidad para este segmento. Esto es posible gracias a la reciente capitalización de la empresa, lograda en 2024 para devolverle su rol estratégico en la cadena del trigo”, indicaron.
Para 2025, se considera, además, la creación de un piloto para desarrollar un modelo de agricultura de contrato entre comunidades mapuche de la región de La Araucanía y la molinería local. “Esto busca generar una experiencia replicable en otras regiones, asegurando la inclusión y desarrollo de pequeños productores en la cadena de valor del trigo, a través de la promoción de instancias de comercialización asociativa. Odepa, en tanto, está liderando una consultoría para evaluar los beneficios y factibilidad de la agricultura de contrato en el sector triguero”, puntualizaron.
Crítica de agricultores
Una dura respuesta de parte de la Asociación de Agricultores de Ñuble, recibieron estas medidas. Su presidente, Carlos González, apuntó a la improvisación y falta de conocimiento del mercado por parte de las autoridades del Ministerio, cuando faltan 20 días para el inicio de la cosecha en algunas zonas de la región.
“Se habla de una capitalización de $10 mil millones de Cotrisa, nosotros habíamos pedido que se capitalizara en $20 mil millones, porque con ese monto se puede incidir en el precio de un 15% a un 20% del mercado nacional”, contextualizó el dirigente.
“Yo le pediría al ministro de Agricultura -continuó González- que no hable sin base. ¿O cree que los agricultores somos ingenuos? Si en enero próximo nos vemos en la coyuntura de que los precios están pésimo, y vamos a tener una temporada igual de mala que la de 2023, y amerita que Cotrisa actúe como regulador del mercado, tal como debió hacerlo en 2022 y 2023, y entonces, deciden comprar, yo le preguntaría al ministro: ¿dónde va a comprar? ¿O cree que en tres días va a encontrar un recinto de acopio en Ñuble? Cotrisa no cuenta con un centro de acopio en la región, por lo tanto, si decide comprar, debe arrendar un espacio y eso no es sencillo ni rápido. Lamentablemente, cero aporte estas medidas”.
Por otro lado, criticó la propuesta que apunta al uso de “forward” (contrato a plazo) con foco en los agricultores usuarios de Indap, considerando que es un instrumento que requiere tener una cuenta corriente en dólares.
“El ministro no tiene idea de la realidad agrícola, no conoce sobre el rubro triguero ni el drama que están pasando los trigueros. El ministro no entiende cómo funciona el mercado del trigo, porque si supiera, no estaría dando estas soluciones que son imposible de cumplirlas para el pequeño agricultor”, lanzó González. Asimismo, fustigó la focalización exclusiva de las medidas en los productores Indap: “¿y qué pasa con los agricultores medianos?”
Respecto a la agricultura de contrato, modelo que daría más certezas a los productores, el dirigente gremial aseguró que ese camino permitiría fortalecer el sector, pero apuntó a la resistencia de los molineros para avanzar hacia ese modelo.