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En un discurso a la nación con motivo del primer aniversario de su mandato, el presidente de Argentina, Javier Milei, anunció una serie de reformas estructurales que marcarán su segundo año en la Casa Rosada. Entre las medidas más destacadas está la reducción del 90% de los impuestos nacionales y el cierre del Banco Central, una de las promesas más polémicas de su gestión.
“Mi equipo está terminando en estos días una reforma impositiva estructural que reducirá en un 90% la cantidad de impuestos nacionales y le devolverá a las provincias la autonomía impositiva que nunca debieron haber perdido”, declaró el mandatario en un discurso de 40 minutos. Milei enfatizó que esta medida fomentará una competencia fiscal entre las provincias para atraer inversiones, destacando que “el año próximo veremos una verdadera competencia fiscal entre las provincias argentinas para ver quién atrae más inversiones”.
El presidente también destacó el impacto positivo del ahorro estatal, que cifró en 15 puntos del PIB. Este ahorro, según Milei, “se dilapidaba” anteriormente, pero ahora ha sido devuelto al sector privado, lo que generará un aumento en la inversión y el consumo.
El mandatario insistió en que “la bajada del riesgo país y, en consecuencia, la tasa de interés, abarata el costo del capital y, por lo tanto, va a producir un aumento directo de la inversión”.
A estos factores, agregó, “se suma un tercero, que es la reducción de la carga impositiva total, ya sea por la eliminación del impuesto inflacionario y/o por la reducción de impuestos explícitos que vamos a encarar el año próximo”.
Milei prometió a continuación rebajar en un 90% los impuestos y ejecutar una reforma fiscal, que se sumará a otras reformas de las pensiones, laboral, de seguridad nacional e incluso una reforma política.