El alcalde de la comuna de Chillán Viejo, Jorge del Pozo, denunció que más de mil familias de sectores rurales de su comuna se encuentran actualmente sin suministro de agua potable debido a los problemas de retención de dinero que la empresa licitada para cumplir con este esencial reparto, por concepto de contratos con la Onemi y la Delegación Presidencial.
Conforme al último censo realizado en el país, Ñuble presentaba una negra cifra en el acceso a agua potable: el 18% de la población carece de conexión de red pública de agua potable en las viviendas, muy sobre la media nacional que es de un 7%. Esto, por el alto porcentaje de familias que residen en sectores rurales, que representan sobre un 31% del total regional.
“Esto lo vimos ayer (lunes) y hoy tenemos de nuevo el mismo escenario con esta empresa que fue contratada por la Onemi a través de la delegación. Obviamente, nos pusimos en contacto de manera inmediata con el delegado (Claudio Ferrada) y nos dicen que, por un lado hay un problema de pagos entre la delegación y la empresa; y por otro lado, la empresa también tiene un lío de no pago de impuestos lo que no permite que se les liberen los recursos”, explicó el jefe comunal.
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Para Del Pozo, el tema central de este conflicto “no es buscar culpables ni responsables, por el momento, lo que más nos apremia en este minuto es resolver el problema porque estamos hablando de un tema sensible y vital como el agua, cuya falta además, se puede traducir en un problema sanitario grave”.
Tras insistir en que se trata de una obligación que le corresponde a la Delegación, de todas formas como municipio están buscando las formas de poder extender los servicios de reparto de agua destinados a otros sectores rurales de la comuna histórica para dotar de agua a la mayor cantidad de afectados que les resulte posible, “con nuestros equipos, con nuestros camiones y con nuestros conductores”.
Solvencia económica
En respuesta, el delegado Claudio Ferrada afirmó que ya se pidió un levantamiento de información y un balance del problema para tratar de responderles lo antes posibles a esas más de mil familias chillanvejanas.
Esta suspensión de agua se ha repetido en a lo menos cinco oportunidades en los últimos 10 años. Es en- tonces que Bomberos ayuda a las familias llevándoles agua a quienes perdieron el suministro. “Es agua de río, pero nos sirve para lavar ropa, lavar loza y bañar- nos, que es lo esencial para evitar enfermedades. Si queremos tomar, a veces tenemos que hervirla. Así ha sido nuestra vida siempre”, dijo la dirigente vecinal, Verónica Ramírez.
“La empresa que fue contratada para otorgar el suministro de agua potable, en efecto, tiene inconvenientes tributarios que se desplegaron a través de la Tesorería General de la República, pero estamos haciendo todo lo posible para que este problema se subsane lo antes posible”, dijo Ferrada.
El delegado hizo un llamado a la tranquilidad. “Estamos estudiando incluso la posibilidad de hacer un traspaso de facultades a una nueva empresa, si así es necesario, o coordinar nuevamente con la firma que actualmente presta el servicio y hacer las subsanaciones correspondientes”, añadió.
Sin perjuicio de las opciones formuladas por el delegado, el alcalde solicitó que se busque una empresa diferente que demuestre solvencia y entregue las garantías mínimas que a futuro no se deje a tantas personas sin agua por problemas tributarios.
En esta misma línea, la presidente de la Junta de Vecinos 22 Las Raíces, Verónica Ramírez, precisó que “esperamos que sea quien sea que esté a cargo, sea una empresa con recursos, acá hay muchos niños y adultos mayores, hay personas con enfermedades que no pueden pasar un sólo día sin agua”.
Más de 14 años de espera
La dirigente comentó que ya son más de 14 años los que, ante diferentes alcaldes, intendentes, gobernadores y ante autoridades de Ñuble y Biobío “hemos conversado para que nos ayuden con un APR (agua potable rural). Una vez incluso, se consiguieron los recursos, pero el intendente del Biobío (antes que Ñuble fuera región) ocupó parte de esos dineros en otras cosas, en Concepción, y no conseguimos nada”.
50 litros de agua al día es lo que se presupuesta para cada familia por parte de las empresas repartidoras, en las zonas rurales de Ñuble. A su vez, esta cantidad puede variar, dependiendo de la cantidad de personas que compongan cada hogar.
Otro problema es que incluso cuando les reparten agua, “la cantidad que nos traen no siempre alcanza, o mejor dicho, casi nunca. Acá todos tenemos que reciclar el agua de la lavadora para lavar loza; la de la lavaza para regar plantas y así. A veces tenemos que ir a lavar ropa o a bañarnos al río y así ha sido toda la vida. Hemos hablado con todo el mundo y no podemos conseguir un APR”.
Al cierre de esta edición, algunas de las familias confirmaron que ya estaban comenzando a recibir raciones de agua en las últimas horas, aunque “no puedo garantizar que haya alcanzado para todas las familias”, zanjó Del Pozo.
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