El espigado Diego Sepúlveda tenía apenas 11 años cuando, mientras jugaba en la escuela de fútbol de la Población O’Higgins de Bulnes, fue detectado por Manuel “Pepe” Lara, quien lo seleccionó para ir a los cadetes de Ñublense.
“Prácticamente ahí comencé, con él, que me llevó y me inscribió en la sub-13 y de ahí me vio el profe Jaime García y me subió al primer equipo, me hizo jugar amistosos y partidos”, recuerda Diego, quien el fin de semana se coronó campeón nacional con la sub-16 de Universidad Católica, hasta donde partió a préstamo por sus grandes condiciones.
“Comencé jugando de delantero y volante, pero después con el profesor Diego Santelices comencé a jugar de central. Viví como seis meses en la casa del profe Jaime García porque el tema de la pandemia me impedía viajar porque habían pocos buses para ir y volver. Aprendí mucho de él, con las conversaciones y consejos. Cuando terminó el año pasado, fui a los microciclos de la Selección Sub-17 y me vieron los captadores de la Universidad Católica. A principios de año me quisieron llevar, pero no había querido porque estaba bien considerado en el primer equipo de Ñublense, había ido a la gira a Uruguay, pero después de la pretemporada sufrí una lesión”, detalla Diego orgulloso, desde la capital, donde reside en la “Residencia Cruzada”, junto a otros chicos.
De Ñublense a la UC
A mitad de año, decidió tomar la oferta de la UC, que lo pretendía a préstamo, porque quería jugar y tener continuidad. Apenas llegó tuvo la oportunidad de reforzar a la sub-17 de la UC en una gira a Bolivia.
Fue titular en la sub-16 como stopper por izquierda y también jugó de volante mixto, siendo pieza clave para ser campeón. “Voy a seguir un año más acá y voy a volver a Ñublense porque estoy a préstamo. La clave de este título acá es el trabajo en equipo y el trabajo de los profesores y la actitud. Mi meta es debutar en Primera División. En Católica me tienen en un grupo de proyección de cara al primer equipo. Agradezco mucho lo que me enseñó Caroca y Cordero para aprender a jugar de stopper. Le debo mucho al profe Jaime y a Diego, personas extraordinarias, porque por su forma de trabajar, me ayudó mucho para salir a la UC y adaptarme rápido”, sentencia la gran promesa del Rojo.
